Cartagena vive su sensación térmica más alta registrada: 53 °C en Mamonal

Cartagena de Indias

La histórica ola de calor que azota al Caribe colombiano elevó la sensación térmica en Cartagena a niveles sin precedentes, generando riesgos para la salud pública y alteraciones en la vida diaria.

Cartagena se enfrenta a una de las peores olas de calor de su historia, con una sensación térmica récord de 53 °C registrada en el sector de Mamonal, según informó la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres (OAGRD). Esta cifra, obtenida a partir de los datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), marca un hito en los registros climáticos de la ciudad y ha generado gran preocupación entre autoridades y ciudadanos.

El fenómeno, que se intensificó durante el fin de semana, no es exclusivo de Cartagena. En otros municipios del Caribe colombiano, las condiciones extremas de temperatura y humedad han sido similares, elevando aún más el nivel de alerta. Tucurinca, en el departamento del Magdalena, encabezó la lista con una sensación térmica de 54 °C, seguida por Bosconia (Cesar) con 50 °C, Cereté con 49 °C, Barranquilla con 48 °C y Santa Marta con 42 °C.

De acuerdo con el Ideam, la sensación térmica es una medida que combina la temperatura real del aire con los niveles de humedad relativa, generando una percepción térmica mucho más intensa de la que indican los termómetros. Esta combinación ha tenido un impacto importante en la salud pública, ya que puede provocar golpes de calor, deshidratación y exacerbar enfermedades preexistentes, sobre todo en niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

La OAGRD advirtió que estas condiciones no solo afectan el bienestar físico de las personas, sino que también están alterando las dinámicas cotidianas de la ciudad. Se han reportado casos de malestares por exposición prolongada al sol y un aumento en las consultas por síntomas asociados al calor excesivo.

“Estamos frente a un fenómeno extremo. Nunca habíamos tenido en Cartagena una sensación térmica de este nivel. Hacemos un llamado urgente a seguir las recomendaciones emitidas por las autoridades de salud y meteorología”, señaló un vocero de la OAGRD.

Ante esta situación, el Ideam y la OAGRD emitieron una serie de recomendaciones para mitigar los efectos del calor en la población:

  • Evitar la exposición directa al sol entre las 11:00 a. m. y las 4:00 p. m., horas en las que la radiación solar alcanza su punto más alto.

  • Hidratarse constantemente, incluso si no se siente sed.

  • Usar ropa cómoda, ligera y de colores claros que no absorban el calor.

  • Ventilar los espacios cerrados, en la medida de lo posible.

  • Suspender o reducir al mínimo las actividades físicas extenuantes al aire libre.

  • Prestar especial atención a los grupos vulnerables como niños pequeños, ancianos y personas con afecciones cardiovasculares o respiratorias.

Las autoridades de Cartagena también hicieron un llamado a estar atentos a los boletines oficiales y a no dejarse llevar por cadenas de información no verificadas en redes sociales. “La prevención y el autocuidado son claves para enfrentar esta situación. Estamos activando todos nuestros canales de comunicación para mantener informada a la ciudadanía”, aseguró la Oficina de Gestión del Riesgo.

Esta histórica ola de calor se enmarca en un contexto global de aumento de temperaturas, que algunos expertos relacionan con los efectos del cambio climático y la alteración de patrones meteorológicos tradicionales en la región. El Ideam no descarta que las temperaturas continúen en ascenso durante los próximos días, por lo que se evalúa la posibilidad de declarar una alerta roja sanitaria en zonas especialmente afectadas.

A pesar del intenso calor, algunos sectores de la economía, como el turismo y el comercio, siguen funcionando, aunque con horarios ajustados y medidas especiales para proteger a empleados y clientes. “Es una situación difícil, pero debemos adaptarnos”, dijo un comerciante del centro histórico.

Con este panorama, Cartagena entra en un capítulo inédito de su historia climática, lo que obliga a repensar estrategias de gestión del riesgo y adaptación urbana frente a eventos extremos que, según los científicos, podrían ser cada vez más frecuentes.

Y.A.