En un acto cargado de solemnidad y profundo dolor, Ecuador rindió homenaje este domingo a los once militares asesinados durante una emboscada ocurrida el pasado viernes en la región amazónica, en medio de un operativo contra la minería ilegal. El ataque habría sido perpetrado por un grupo disidente de las antiguas FARC, aunque estos niegan su participación.
Los cuerpos de los soldados fueron velados en una capilla ardiente instalada en el Colegio Militar Eloy Alfaro, en Quito. Allí se celebró una misa a la que asistieron familiares, autoridades civiles y militares, así como miembros de la ciudadanía que expresaron su solidaridad.
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, elogió la valentía de los caídos y reiteró que el atentado no solo fue contra las Fuerzas Armadas, sino contra los 18 millones de ecuatorianos. “Son héroes que dieron su vida por defender a su patria. Este hecho nos recuerda que estamos en guerra contra el crimen organizado y que no daremos un paso atrás”, afirmó con voz conmovida.
El ataque se produjo en el sector de Alto Punino, entre las provincias de Napo y Orellana, una zona con fuerte presencia de minería ilegal. Según el Ejército, uno de los equipos desplegados por la Brigada de Selva 19 Napo fue emboscado con explosivos, granadas y armas de fuego, resultando en once soldados fallecidos, un militar herido y un integrante del grupo armado muerto.
Las autoridades apuntan a los Comandos de la Frontera como responsables del ataque, aunque este grupo —a través de un comunicado divulgado en medios colombianos cuya autenticidad no ha sido confirmada— negó su implicación en los hechos.
La Fiscalía ecuatoriana abrió una investigación por terrorismo, mientras el presidente Daniel Noboa decretó tres días de duelo nacional y declaró a los militares como héroes nacionales. Noboa, quien asumirá un nuevo mandato el próximo 24 de mayo, reafirmó su compromiso de que el crimen no quedará impune.
Desde enero de 2024, Ecuador se encuentra en un estado de “conflicto armado interno” tras la declaratoria oficial del Gobierno contra organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico y la minería ilegal. Los últimos hechos subrayan la complejidad y peligrosidad de esta lucha.