Rafa Martínez y la guerra que le libran a FC desde la sombra

Álvaro Cotes Córdoba.

Por: Álvaro Cotes Córdoba

Rafael Martínez, ex alcalde y ex gobernador del Magdalena y a quien el Consejo de Estado le acaba de anular la elección porque, supuestamente, en su campaña le pidió a los seguidores que apoyaran también a ciertas candidatas a la Asamblea y Concejo de otro partido en coalición con su partido, ha sido después del propio fundador y director del movimiento político Fuerza Ciudadana, Carlos Caicedo, el que más ha sido sacrificado en la guerra política que le han declarado por ser de izquierda y exitoso, al movimiento político Fuerza Ciudadana.

Rafael Martínez sacó 306 mil votos, con los cuales lo eligieron Gobernador del Magdalena y la segunda en votación obtuvo casi la mitad, pero para los magistrados del Consejo de Estado, ese triunfo democrático les vale huevo porque, al parecer, lo importante para ellos es cumplir la orden de un siniestro personaje que siempre está detrás de bambalinas, controlando todo a su conveniencia e interés personal y sobre el cual todo el mundo en Colombia sabe quién es.

Y no es la primera vez que Rafael Martínez es víctima de ese oscuro personaje con su andamiaje criminal, con el cual ha venido jodiendo al país en todos los sentidos. Cuando el presidente de Colombia era Iván Duque, el último de sus títeres, y Rafael Martínez era alcalde de Santa Marta, cargo al cual también llegó con una votación enorme, lo mandó a sacar de la Alcaldía, orden que cumplió de inmediato su títere, interviniendo la administración distrital abruptamente, para obtener de esa manera que sus aliados locales, las familias ricas que siempre habían gobernado a la ciudad sin pena ni gloria, volvieran a ella, ya que democráticamente no tenían cómo hacerlo frente al movimiento Fuerza Ciudadana, liderado por el ex rector de la Unimagdalena, Carlos Caicedo y cuyos triunfos políticos y obras no sólo atraían a más seguidores, sino también a enemigos gratis, a esos que les da rabia que otros sean exitosos y se conviertan en dolientes de la urbe, el departamento, el país y el pueblo en general.

En esa primera ocasión, a Rafael Martínez tampoco le sirvió el voto popular con el que arrasó a los candidatos apoyados por el siniestro personaje que, pese a su avanzada edad, todavía sigue dando lora y jodiendo cada vez más al país. Menos mal que aún quedan funcionarios judiciales imparciales, que no le temen al oscuro personaje, sobre todo en Santa Marta y por eso a través de una sentencia, un juez de la República regresó a Rafael Martínez al cargo que le había dado el pueblo contundentemente.

Parece ser que esta vez no podrá suceder lo mismo, es decir, que un juez de la República restituya a Rafael Martínez en el cargo al cual lo eligieron 306 mil personas, porque el Consejo de Estado se encargó hasta de negarle recurso alguno, presuntamente para completar la tarea encomendada.

Y aunque el daño ya está hecho, y de seguro el individuo siempre bajo la sombra debe de estar con la sonrisa a la Mona Lisa, viendo sus maléficos logros, Rafa Martínez, el más aventajado y sacrificado del movimiento político Fuerza Ciudadana y contra cuya personería también acabaron los rufianes al servicio del hombre de la oscuridad, demostró sentirse adolorido, no porque en esa guerra política del tenebroso sujeto lo hayan sacado del honroso puesto obtenido a través del pueblo, no. Sino porque vuelven a intentar frenar las buenas obras que se venían haciendo ahora en el Magdalena.

No obstante, los líderes como él y sobre todo el fundador y actual director de la gran orquesta de Los Naranjas, Carlos Caicedo Omar, han dicho que no se rinden y seguirán tocando y cantando en medio de la guerra que le libran los negros filisteos de la política colombiana.