Operaciones, tecnología, inteligencia y recompensas, entre los rubros más impactados por la reducción de recursos.
Una severa disminución del presupuesto asignado a la Policía Nacional estaría afectando el funcionamiento de áreas clave como operaciones, inteligencia, tecnología y programas de recompensas. Así lo revelan datos oficiales obtenidos recientemente por la revista Semana, además de testimonios de uniformados que han tenido que asumir con recursos propios las tareas encomendadas por sus superiores.
Desde el último año de gobierno de Iván Duque hasta 2025, el presupuesto destinado a operaciones policiales ha caído de 65.485 millones de pesos a apenas 18.000 millones, lo que representa una reducción cercana al 72 %. La tendencia a la baja ha sido constante, con 35.035 millones asignados en 2023 y 32.000 millones en 2024.
La situación también es crítica en el área de recompensas. La Dirección de Inteligencia Policial pasó de invertir más de 5.000 millones de pesos en 2022 a solo 106 millones en 2025. En la Dirección de Antinarcóticos, los recursos para este fin disminuyeron de 1.500 millones a 500 millones de pesos en el mismo periodo.
Los recortes han obligado a muchos policías a cubrir de su bolsillo los gastos operacionales. «A veces tenemos que hacer colectas entre investigadores para poder viajar. Incluso hemos pagado recompensas con nuestro propio dinero», relató un uniformado que pidió mantener su identidad en reserva.
El desarrollo tecnológico, considerado vital frente a delitos informáticos, también ha sufrido un recorte de más del 56 % en los últimos dos años. Mientras en 2022 se destinaron 71.059 millones de pesos, para 2025 la cifra se redujo a solo 15.000 millones.
En la Dirección de Investigación Criminal (Dijín), aunque se cuenta con apoyo de agencias extranjeras como las de Estados Unidos, los operativos en regiones han tenido retrasos de hasta dos meses por falta de recursos logísticos. En esta dependencia, el presupuesto también disminuyó de 55.023 millones en 2024 a 40.000 millones en 2025.
A esta situación se suman las dificultades cotidianas en el acceso a uniformes, transporte y mantenimiento de vehículos, elementos que, según varios patrulleros, deben ser costeados con sus propios ingresos ante la falta de insumos institucionales.
Frente a las críticas, voceros de la Policía Nacional afirmaron que el ajuste presupuestal es consecuencia del contexto fiscal del país, pero aseguraron que el funcionamiento institucional no se ha visto comprometido. «Nuestros resultados operativos son contundentes y reconocidos tanto a nivel nacional como internacional», señalaron en respuesta escrita.
En algunas regiones del país, como Antioquia y Santander, las administraciones departamentales han comenzado a implementar nuevas tasas de seguridad para reforzar las capacidades de la fuerza pública.
A pesar de los recortes, la institución reiteró que continúa ejecutando su hoja de ruta enfocada en la lucha contra el crimen organizado, la protección del capital natural, el bienestar policial y la preparación del Plan Democracia 2026.