Alias “Papá Pitufo” será extraditado: justicia portuguesa aprueba su entrega por red de corrupción aduanera

Alias “Papá Pitufo”, señalado de liderar una red de contrabando y corrupción en Colombia, enfrenta extradición desde Portugal por orden del Tribunal Supremo de Lisboa.

El Tribunal Supremo de Lisboa dejó en firme la extradición de Diego Marín, alias “Papá Pitufo”, mientras se resuelve una solicitud de asilo; la Fiscalía lo vincula a una red de sobornos y corrupción en puertos como Buenaventura y Cartagena.

Alias “Papá Pitufo”, nombre con el que se conoce a Diego Marín, será extraditado a Colombia luego de que el Tribunal Supremo de Justicia de Lisboa confirmara que se cumplen todos los requisitos legales para su entrega. Así lo confirmó una sentencia divulgada en primicia por Noticias RCN. La única barrera que separa a Marín de su repatriación es una solicitud de asilo radicada en diciembre de 2024, que aún debe ser resuelta por las autoridades portuguesas.

El caso de Marín no es uno menor. Las autoridades lo consideran una de las cabezas del contrabando más grande de los últimos años en Colombia, implicando a funcionarios públicos, altos mandos de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), empleados de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), e incluso actores del ámbito político. Todo este entramado habría funcionado principalmente en los puertos de Buenaventura y Cartagena, desde donde se introducían millones en mercancías ilegales entre 2023 y 2024.

El presidente Gustavo Petro fue quien reveló en su momento que Marín había escapado de España hacia Portugal para evadir la justicia. En respuesta, el propio mandatario solicitó a la Cancillería y al Ministerio de Justicia que iniciaran el proceso de extradición. Según explicó Petro, alias “Papá Pitufo” operaba una red que, con ayuda de autoridades portuarias corruptas, permitía el paso libre de toneladas de mercancías sin control aduanero.

Los hechos son de una gravedad extraordinaria. La Fiscalía General de la Nación tiene en su poder videos y audios que documentan cómo se orquestaban los acuerdos entre los delincuentes y los oficiales que, lejos de combatir el contrabando, se convirtieron en sus custodios. Estos documentos probatorios revelan una estructura criminal consolidada que operaba con impunidad gracias a sobornos millonarios.

Uno de los elementos más escandalosos de este caso es el uso de “nóminas paralelas”. De acuerdo con las denuncias del presidente Petro y los informes fiscales, se habrían pagado cerca de 900.000 millones de pesos en sobornos a funcionarios de distintos niveles para garantizar la seguridad y el traslado de los contenedores ilegales por las vías del país. Algunos de estos pagos incluían incluso escoltas oficiales para el transporte de la mercancía ilícita.

Además, como parte de las investigaciones, ya se han efectuado allanamientos y detenciones de varios miembros de la organización. En estos operativos, las autoridades incautaron armas, documentos y dinero en efectivo equivalente a 93 millones de pesos, lo que confirma el alcance financiero de esta red criminal.

El nombre de alias “Papá Pitufo” se suma así a una larga lista de personajes señalados de saquear el Estado a través de alianzas perversas entre el crimen organizado y el sector público. Su posible llegada a Colombia abre una puerta importante para que la justicia profundice en las responsabilidades de todos los involucrados, especialmente dentro de la fuerza pública y la burocracia aduanera.

Cabe resaltar que este no es el único caso que expone la corrupción estructural en el aparato estatal colombiano. Recientemente, el exfuncionario Omar Ambuila fue condenado en Estados Unidos a 12 años de prisión por soborno y lavado de dinero, también vinculado a operaciones ilícitas desde las aduanas colombianas. Estos casos evidencian un patrón de criminalidad institucionalizada que necesita un proceso de depuración urgente.

Mientras se espera la decisión sobre el asilo en Portugal, el país sigue atento al desenlace de este proceso que podría marcar un precedente en la lucha contra las mafias del contrabando. La extradición de Marín no solo significaría el desmantelamiento de una red internacional, sino también la posibilidad de que muchos implicados, hasta ahora amparados en el anonimato o el poder, enfrenten por fin la justicia.

Y.A.