El ministro del Interior de Venezuela acusó al Gobierno Petro de fomentar el narcotráfico, mientras defendió la colaboración entre ambos países para combatir la violencia.
El pasado 30 de abril, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, realizó unas declaraciones que encendieron la polémica en la relación entre su país y Colombia. Según Maduro, en el país vecino “nadie contesta” las llamadas para abordar temas tan cruciales como el narcotráfico, la violencia y los grupos irregulares que operan en la región. Estas palabras fueron retomadas por Diosdado Cabello, ministro del Interior de Venezuela, quien en su programa matutino de este viernes acusó al Gobierno de Gustavo Petro de promover el cultivo de coca y marihuana, un señalamiento que, en su opinión, refuerza la narrativa de que la única industria de Colombia es el narcotráfico.
Para Cabello, las políticas del actual Gobierno colombiano no difieren demasiado de las de administraciones anteriores, asegurando que desde hace años el fomento de estos cultivos es parte de la estrategia del país vecino. “Desde los Gobiernos que ha tenido Colombia, inclusive este mismo Gobierno que tenemos ahora en Colombia, promueven el cultivo de hojas de coca y de marihuana”, expresó Cabello, dejando claro su postura sobre la situación.
El ministro también cuestionó las acciones del presidente Petro, señalando que sus declaraciones y decisiones a veces parecen estar en contra de los intereses de Venezuela, a pesar de que, según él, la administración de Maduro ha buscado ayudar al pueblo colombiano. “A veces el presidente Petro declara y hace cosas que parecieran que fueran enemigos de Venezuela. Nosotros, desde el Gobierno de Nicolás Maduro y antes, con el presidente Hugo Chávez, hemos tratado de ayudar al Gobierno colombiano y al pueblo”, afirmó Cabello.
Tensiones y acusaciones de inacción
Uno de los puntos más sensibles en las relaciones entre ambos países ha sido el narcotráfico, especialmente en lo que respecta a la frontera compartida de más de 2.200 kilómetros. Cabello aprovechó la ocasión para hacer un llamado a las autoridades colombianas a centrarse en sus propios problemas internos, como la creciente ola de delincuencia y sicariato, y dejar de involucrarse en los asuntos internos de Venezuela. “Le hacen el juego a la narrativa de los Estados Unidos, pareciera que es una dependencia de los Estados Unidos los que declaran en Colombia”, apuntó el ministro venezolano, sugiriendo que las políticas colombianas respecto a Venezuela están siendo influenciadas por intereses extranjeros.
En este contexto, Cabello también destacó un incidente relacionado con el Tren de Aragua, una de las organizaciones criminales más peligrosas de América Latina. Según el ministro, el Gobierno venezolano entregó información a Colombia sobre la ubicación de 16 miembros de este grupo, pero la respuesta de las autoridades colombianas fue ineficaz. “Solo capturaron a uno, al resto los dejaron ir, y eran miembros del Tren de Aragua”, afirmó Cabello, sugiriendo que los expresidentes colombianos como Iván Duque, Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe y Andrés Pastrana habrían protegido a los miembros de esta banda criminal.
Un llamado a la colaboración
El tono de las declaraciones de Cabello no solo fue de confrontación, sino también de colaboración. En sus palabras, si no hubiera sido por la intervención de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el proceso de paz que se ha venido desarrollando en Colombia no habría tenido lugar. Este punto refleja la visión de Venezuela sobre su papel en la política interna colombiana, sugiriendo que, a pesar de las tensiones, el país vecino tiene mucho que agradecer a las administraciones chavistas por sus esfuerzos para facilitar el diálogo en Colombia.
Por otro lado, Cabello también expresó la necesidad de que Venezuela siga defendiendo su territorio, particularmente en la frontera con Colombia, que ha sido un lugar estratégico para el narcotráfico y el tráfico de armas. “La frontera debe estar libre de violencia y narcotráfico”, dijo, destacando la importancia de mantener la soberanía venezolana ante las amenazas transnacionales.
La respuesta de Maduro y las críticas internacionales
El 30 de abril, poco antes de las declaraciones de Cabello, Nicolás Maduro había mencionado que en Colombia no hay disposición para resolver los problemas más urgentes, como el narcotráfico y los grupos irregulares. A su juicio, estas situaciones afectan tanto a Colombia como a Venezuela, y es fundamental que ambos países trabajen juntos para abordarlas. Sin embargo, el tono de las críticas y la falta de un diálogo efectivo han complicado aún más las relaciones bilaterales, que ya estaban tensas por temas como el tráfico de drogas y los intereses geopolíticos internacionales.
El ministro también indicó que la administración chavista continuará brindando información valiosa sobre las bandas criminales y cooperando en la lucha contra el narcotráfico, pero instó a Colombia a dejar de lado la influencia de Estados Unidos en sus decisiones internas.
Ante este panorama, las tensiones entre Colombia y Venezuela continúan siendo un tema de relevancia en la región, especialmente en cuanto a los esfuerzos para erradicar el narcotráfico y la violencia. Las acusaciones de Cabello sobre la promoción del cultivo de coca y marihuana por parte del Gobierno de Petro refuerzan la percepción de que los intereses de ambos países están en constante conflicto. La relación bilateral sigue marcada por desacuerdos políticos y sociales, pero también por la necesidad de cooperación en temas de seguridad y narcotráfico, dos problemáticas que afectan a ambas naciones.