Petro desautoriza a Laura Sarabia y cancela sesión sobre la Ruta de la Seda con China

Gustavo Petro y Laura Sarabia.

La cancillería suspendió una sesión clave convocada por Sarabia para discutir el memorando con China, luego de que el presidente Gustavo Petro reafirmara su autoridad exclusiva sobre la política exterior del país.

 

Una nueva polémica sacude el manejo de la política exterior en Colombia luego de que el presidente Gustavo Petro desautorizara a la canciller Laura Sarabia, quien había convocado una sesión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores para socializar detalles del memorando que el país firmará con China en el marco de su eventual adhesión a la Ruta de la Seda, iniciativa estratégica promovida por el gobierno de Xi Jinping.

La sesión, prevista para este martes, fue suspendida por instrucciones directas del mandatario, lo que puso en evidencia un desencuentro dentro del alto gobierno sobre los canales y formas para tratar asuntos de Estado con alcance internacional.

Por instrucciones del señor presidente Gustavo Petro, la sesión informativa de la Comisión Asesora convocada para mañana ha sido cancelada. Es importante señalar que el tema previsto para dicha sesión —recoger opiniones y comentarios sobre la ‘Cooperación de la Franja Económica de la Ruta de la Seda’— no tiene carácter vinculante en relación con la decisión que adopte el Gobierno de Colombia. Este constituye un espacio de interlocución y diálogo abierto, el cual continuará realizándose cuando así lo disponga el señor presidente”, informó oficialmente el Ministerio de Relaciones Exteriores.

La Comisión Asesora de Relaciones Exteriores es un cuerpo consultivo que suele incluir a expresidentes, excancilleres y senadores, convocados para deliberar sobre temas estratégicos del país en materia internacional. Sin embargo, su carácter es estrictamente consultivo y no vinculante, lo que permite al Ejecutivo tomar decisiones autónomas en temas de interés nacional.

Durante un encuentro con estudiantes en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, Petro dejó claro que no había dado el aval para dicha reunión y que cualquier discusión sobre política exterior debe pasar por su despacho. “Ahí citaron a la Comisión Asesora. No. Yo soy el jefe de las relaciones exteriores de Colombia, lo dice la Constitución. Vamos a hablar con Xi Jinping de tú a tú, no como arrodillados”, manifestó el mandatario, marcando un tono firme frente a lo que consideró un exceso por parte de su canciller.

Esta declaración no solo confirma la centralización de las decisiones internacionales en cabeza del presidente, sino que también lanza un mensaje sobre el enfoque que el Gobierno busca mantener frente a potencias globales como China: una relación de igualdad y no de subordinación.

El viaje a Pekín, que se desarrollará entre el 10 y el 17 de mayo, será liderado por Petro en su calidad de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El propósito principal de la cumbre Celac-China será fortalecer los vínculos diplomáticos, económicos y comerciales entre América Latina y el gigante asiático, con el memorando de la Ruta de la Seda como uno de los puntos clave de la agenda.

El documento, conocido formalmente como «memorando de entendimiento para la cooperación en la Franja y la Ruta«, ha generado diversas interpretaciones. Algunos sectores lo consideran una oportunidad estratégica para mejorar las infraestructuras y el comercio bilateral, mientras que otros lo ven con cautela, temiendo una dependencia económica creciente frente a intereses foráneos.

El episodio de la cancelación también alimenta las tensiones dentro del gabinete, donde Laura Sarabia, quien asumió recientemente como canciller tras su paso por el Departamento Administrativo de la Presidencia, ha tenido que sortear cuestionamientos por su perfil político y su cercanía con el círculo de confianza presidencial.

Esta no es la primera vez que el presidente Petro impone su autoridad sobre figuras de su propio equipo de gobierno, en una dinámica que ha sido interpretada como un estilo de liderazgo altamente centralizado. Sin embargo, la política exterior, al estar constitucionalmente bajo la dirección exclusiva del jefe de Estado, le otorga un margen de maniobra considerable frente a otros actores del Estado y del propio Ejecutivo.

Mientras tanto, diversos analistas advierten que la relación con China y la eventual incorporación a la Ruta de la Seda debe ser discutida con mayor transparencia y participación, dada su trascendencia para el desarrollo económico y geopolítico del país.

La atención ahora se centra en los resultados del viaje presidencial a China y en cómo se gestionarán, desde la Cancillería y la Presidencia, las nuevas alianzas que podrían redefinir el lugar de Colombia en el tablero internacional.

Y.A.