Centro Democrático, Cambio Radical y el Partido Conservador lideran una cumbre política para definir estrategias que bloqueen la consulta popular, a la que califican como un intento encubierto de “mini reelección” del presidente.
En medio del creciente debate político sobre la consulta popular propuesta por el Gobierno Nacional, los principales partidos de oposición han dado un paso al frente para detener lo que consideran una maniobra antidemocrática. Este martes se celebró una reunión entre los presidentes del Centro Democrático, Cambio Radical y el Partido Conservador, con el fin de trazar una estrategia conjunta para impedir el avance de la iniciativa en el Senado de la República.
El encuentro fue convocado por Germán Córdoba, presidente de Cambio Radical, y contó con la participación de Gabriel Vallejo, del Centro Democrático, y Nadia Blel, presidenta del Partido Conservador. La reunión marca el primer gran movimiento coordinado entre estas colectividades para responder a lo que han calificado como un intento del presidente Gustavo Petro por “perpetuarse en el poder”.
En una carta de invitación enviada por Córdoba a sus colegas, el dirigente expresó: “bajo el disfraz de ‘hablar por el pueblo’, el gobierno de Gustavo Petro pretende perpetuarse en el poder a través de una consulta amañada”. Esta crítica se fundamenta en declaraciones recientes del ministro del Interior, Armando Benedetti, quien afirmó que “la mini reelección del presidente Petro es el primero de mayo y en la consulta popular”, lo cual fue interpretado por los partidos como una confirmación de los verdaderos objetivos del Ejecutivo.
La idea del Gobierno, según señalan estos sectores políticos, es utilizar la consulta como una herramienta para movilizar a sus bases y posiblemente adelantar una elección presidencial encubierta, favoreciendo al Pacto Histórico y su permanencia en el poder más allá del periodo actual.
“El presidente Petro ya no oculta sus intenciones. Su amenaza de que ‘el pueblo tendrá la posibilidad de actuar de otras maneras’ si la consulta es negada, es alarmante. Estamos ante un intento de desconocer las instituciones y forzar decisiones por las vías de hecho”, advirtió uno de los asistentes a la cumbre, quien pidió reserva de su nombre.
El encuentro de estas colectividades de oposición se da en un contexto político marcado por la tensión institucional y la confrontación entre el Ejecutivo y los partidos tradicionales. La estrategia común busca impedir que la consulta popular avance en el Congreso, particularmente en la plenaria del Senado, donde según el cronograma fijado por la mesa directiva, será discutida el martes 13 de mayo y votada a más tardar el miércoles 14 de mayo.
Durante la reunión, se plantearon varias acciones posibles, incluyendo la solicitud de archivo de la iniciativa en la Comisión Primera, la movilización de argumentos jurídicos para cuestionar su constitucionalidad, y la articulación con otros sectores sociales y académicos que también se han mostrado críticos del mecanismo propuesto por el Ejecutivo.
Esta ofensiva opositora también busca establecer una narrativa pública fuerte que contrarreste la idea promovida por el Gobierno de que la consulta representa una forma legítima de participación ciudadana. “Lo que está en juego no es solo una consulta, sino la estabilidad democrática y el respeto por las reglas del juego político”, afirmó uno de los voceros del Centro Democrático.
Por su parte, desde la Casa de Nariño, no se han pronunciado oficialmente sobre esta cumbre opositora, aunque el presidente Petro ha reiterado en varias ocasiones que la consulta busca escuchar al pueblo y abrir espacios de participación directa. No obstante, los opositores insisten en que se trata de una fachada para avanzar en una agenda de concentración de poder.
Esta es apenas la primera de varias reuniones que se prevé tendrán las bancadas de oposición en los próximos días, mientras se acercan las fechas clave del debate. Los partidos esperan consolidar un bloque sólido que actúe en unidad durante las votaciones en el Senado, e incluso, no se descarta que se unan más colectividades críticas del gobierno.
A medida que se acerca el 13 de mayo, el ambiente político se polariza aún más, con el futuro de la consulta popular en juego y una oposición que busca hacer valer su peso parlamentario para evitar lo que considera un grave retroceso institucional.
Y.A.












