Emergencia en Dosquebradas por deslizamiento de tierra deja dos desaparecidos y más de 14 familias evacuadas

Organismos de socorro trabajan en Pueblo Sol Bajo, Dosquebradas, en la búsqueda de dos personas desaparecidas tras un deslizamiento de tierra provocado por las intensas lluvias en Risaralda. // Foto: Captura de pantalla - Organismos de Socorro

Las intensas lluvias en Risaralda provocaron un deslizamiento en el sector Pueblo Sol Bajo; bomberos y autoridades trabajan en la búsqueda de dos personas atrapadas y monitorean nuevos riesgos en la zona.

La temporada invernal sigue causando estragos en el departamento de Risaralda, donde este martes se registró una grave emergencia en el municipio de Dosquebradas, específicamente en el sector de Pueblo Sol Bajo, producto de un deslizamiento de tierra que hasta el momento deja dos personas desaparecidas y la evacuación de más de 14 viviendas ante el riesgo inminente de nuevos derrumbes.

El hecho se reportó tras las intensas lluvias que han caído sobre esta región del país, saturando los suelos y debilitando las laderas montañosas. Según informó el teniente Joaquín Ocampo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Dosquebradas, el primer deslizamiento sepultó parcialmente una vivienda donde se presume se encontraban dos personas al momento del incidente. Equipos de rescate acudieron al llamado de emergencia y, al llegar al sitio, se enfrentaron a una situación aún más delicada: tres nuevos deslizamientos ocurrieron mientras se adelantaban las labores de búsqueda.

Reportaron un deslizamiento en Pueblo Sol Bajo, con una vivienda afectada y dos personas desaparecidas. Respondimos al llamado de emergencia y llegamos al sitio, donde empezamos a hacer la búsqueda de las personas, presentándose tres deslizamientos más”, relató el oficial Ocampo, destacando la complejidad de los trabajos por el alto riesgo geológico de la zona.

Ante este panorama, las autoridades ordenaron la evacuación preventiva de entre 12 y 14 viviendas, cuyas estructuras presentan vulnerabilidad por su ubicación en las laderas cercanas al área de desprendimiento. “En el segundo deslizamiento se dio una orden de evacuación preventiva al personal por el riesgo que representaba ese deslizamiento. Afectó a tres viviendas más y obviamente complicó un poco las actividades de rescate. Colocamos monitoreo en el talud intentando llegar a la cabecera principal del talud para determinar qué tanto riesgo tenemos en la parte alta y si tenemos que hacer otro nivel de actuación, pues ampliarlo un poco”, agregó el teniente.

El temor de los habitantes crece debido al historial de emergencias similares en el municipio. En años recientes, zonas como la ladera del río Otún han sido escenario de deslizamientos que han dejado víctimas mortales y decenas de familias damnificadas, quienes aún esperan soluciones estructurales y programas de reubicación por parte de las autoridades administrativas de Pereira y Dosquebradas.

Este nuevo evento reactiva la alarma sobre las condiciones de riesgo en los asentamientos que, por necesidad, se han desarrollado en zonas de alto peligro geotécnico. Muchos de estos sectores no cuentan con estudios de suelo ni obras de mitigación adecuadas, lo que deja a cientos de familias expuestas a tragedias como la ocurrida en Pueblo Sol Bajo.

Mientras tanto, las labores de rescate continúan, con unidades especializadas en búsqueda y rescate, maquinaria amarilla y drones que permiten identificar puntos críticos desde el aire. También se ha instalado un sistema de monitoreo en el talud para prevenir nuevas emergencias y garantizar la seguridad del personal que participa en la operación.

La situación meteorológica no ayuda. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha mantenido la alerta naranja en varias zonas del Eje Cafetero, advirtiendo sobre la probabilidad de más lluvias intensas, creciente súbita de ríos y nuevos deslizamientos de tierra.

Mientras los organismos de socorro trabajan incansablemente en la búsqueda de los desaparecidos, la comunidad permanece atenta y en alerta máxima, a la espera de decisiones sobre una posible reubicación definitiva para quienes han perdido sus hogares o viven bajo amenaza constante de nuevos colapsos del terreno.

La emergencia en Dosquebradas pone de nuevo sobre la mesa la urgencia de planificación urbana responsable, inversión en obras de contención y educación sobre gestión del riesgo en zonas vulnerables, para evitar que tragedias como esta sigan repitiéndose con lamentables consecuencias humanas y materiales.

Y.A.