POR: REYNALDO MORA MORA
Antes de centrarme en la reconstrucción hermenéutica de la Investigación Acción Participación Curricular, IAPC, (que se hará en próximas entregas), examinaremos algunas de sus virtudes como investigación curricular crítica. En primere lugar, deseo examinar aquí como es en ciertos aspectos importantes, una herramienta creativa para los debates con el contexto con sus actores y sujetos. Además, deseo mostrar cómo, en contraste con otras tipologías, esta perspectiva tiene una aplicabilidad inmediata para el análisis social del currículo, que constituye un diagnóstico de cada Institución Educativa. En este contexto, deseo también obtener algunos beneficios analíticos de aspectos cruciales de esta perspectiva investigativa. En las siguientes líneas y en otras manifestaremos el cambio cualitativo habido de la práctica curricular, como phronesis, que constituye la disposición ascendente, lo que lleva consigo una transformación y un compromiso en relación con los encuentros con actores y sujetos que realiza el Investigador Curricular, IC. No obstante que se ha avanzado en nuestro país en el campo de la investigación educativa y en el análisis de las prácticas y discursos curriculares, el análisis y la historia del campo de la investigación curricular es todavía una asignatura pendiente.
Por ello, pretendemos hacer una contribución en este campo, sin abandonar la temática que da sentido a la línea de investigación que hemos seguido, la de “Currículo, formación y saberes”, adscrita al Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico. Hay dudas al margen, cuando se analiza la amplia literatura sobre el origen y la prehistoria de investigación curricular, resaltando un hecho sorprendente para el observador e IC: la fuerza arrolladora del instinto de atracción que tiene el currículo hacia el contexto, que lo coloca en el pelotón de cabeza de la lista de impactos por transformar la educación. Es esta afinidad que tremendamente pasa inadvertida, la que deseo discutir. Mi tesis trata de este nexo entre ambos. Para ello, distingamos dos tipos de investigadores curriculares desde la IAPC, aquellos que no son conscientes de un desgarramiento entre ellos y el contexto; y aquellos que son muy conscientes, ven lo que ven directamente, y tratan de articularlo por el hecho mismo, con un propósito: transformar las prácticas y discursos curriculares. Por ello, a los docentes en su fe, en su praxis y en el espíritu crítico dedico estos textos sobre esta perspectiva investigativa.
Conviene no olvidar que las personas aprenden antes de lo que necesitan con más energía de lo que quieren saber: esto es esencial, por ejemplo, en la Básica Ciclo Primaria. En consecuencia, esa es la pretensión de estos Pensamientos Formativos Curriculares, PFC: que la IAPC sea aprehendida por docentes y estudiantes. Es la concepción de la acción comunicativa habermasiana, que se potencia en los encuentros empáticos y simpáticos como posibilidades del IC para buscar acuerdos mediante el diálogo y la relación con el contexto y sus Problemáticas Sociales, PS, lo que invita a replantear los aspectos investigativos de las prácticas y discursos del campo del currículo. Por eso hemos insistido metafóricamente, al señalar que el currículo es como el alma profunda de la actividad social de un sistema educativo, el elemento que lo trasciende en la búsqueda de aportar soluciones desde las instituciones educativas.
En esta búsqueda hay que ser consciente de que no es un simple registro cronológico de acontecimientos y acciones que logra desarrollar el Investigador Curricular. No es una enunciación de hechos desnudos. Se pretende que ambas explicaciones, las del IC y la de los sujetos educativos o los actores sociales encuentren alternativas formativas para pensar la educación desde sus respectivos contextos. Por ello, el IC busca una entrada que corresponda al objeto de su interés. Entonces, ¿cuál es la idea de hablar de la IAPC al mundo escolar que sufre la rigidez del instrumentalismo estandarizado del currículo oficial? El problema está en saber si como educadores críticos debemos rechazar, combatir ese perverso instrumentalismo estandarizante del sistema educativo y buscar en la IAPC y en los Currículos Contextualizados y Pertinentes, CCP, nuevos recursos e insumos filosóficos y culturales para radicalizar el papel transformador de este campo, ubicándolo en las exigencias que hace la sociedad con sus contextos. En el fondo, el esfuerzo es para significar las necesidades curriculares en los respectivos entornos desde esta perspectiva investigativa, para potenciar la construcción de este tipo de currículos de acuerdo a lo sociocultural en que se hallan las instituciones educativas en la toma de decisiones puntuales.
En este proceso irrumpe la comprensión que se analiza en términos ontológicos y no epistemológicos; es decir, la comprensión por parte del IC frente a las trayectorias de los sujetos educativos y de los actores sociales, es una estructura fundamental de la existencia humana, por ello, remite a una estructura ontológica. Es una condición de posibilidad de toda relación humana con la realidad social. En tal sentido, en términos gadamerianos, esta tarea hermenéutica de comprensión presente en la IAPC consiste en iluminar las condiciones en las cuales se comprende, por eso, el objeto de estudio de esta perspectiva remite a las posibilidades de conocimiento que recibe y comparte el Investigador Curricular con los actores y los sujetos. Entonces, es importante el conocimiento de las emociones humanas para entender estos encuentros empáticos simpáticos. Esta exigencia de doble coherencia lleva hacer hincapié en la gestión del proyecto del investigador que atravesado por esta comprensión, donde las actuaciones que realice implican la articulación de diversos saberes-hacer.
Todo el arte de esta perspectiva consiste en garantizar, al mismo tiempo la adquisición, el desarrollo y la transmisión de un saber hacer y su combinación con los objetivos del IC. Podemos considerar entonces, a la IAPC como una imbricación y combinación de la introducción de los saberes del contexto con el arte de la enseñanza desde las áreas curriculares. ¿Qué se derivaría para el CCP el reconocimiento de esos saberes como un hecho formativo? Se derivan relaciones como la política para vincular estrechamente al contexto con la transformación que debe sufrir la Escuela. Este carácter afirmativo de su presencia en la arena escolar cambia el estilo de cómo construir currículos contextualizados. Se trata, de navegar contra corriente empujados por nuestro caudal de emociones e intereses, como el deseo de regresar al contexto sociocultural que se convierte en una forma abarcadora para el IC, el cual se siente absoluta, pacífica y éticamente comprometido con los actores sociales y los sujetos educativos. En tal sentido, contribuye significativamente a que estos estos encuentros sean transformadores. Todo esto refuerza la creencia formativa de estrechar vínculos con las Problemáticas Sociales, PS, de los contextos desde la Escuela y la Universidad.
Por ello, la IAPC es una reflexión colectiva sobre la pertinencia de las PS, como procesos vividos y resultados obtenidos de los encuentros, donde se logra decantar y ordenar con suficiente claridad aquello que es realmente indispensable pare el proyecto del IC y del propio contexto, como su calidad. Es así que la IAPC tasa la calidad en términos de la calidad de los encuentros en argumentos e impactos. Es una red extensiva de coherencias basada en esas interacciones, porque en ellas, es posible defender, ganar, perder, planear y seguir el camino de las estrategias que el IC ha construido y que le dan fortalezas al edificio de su proyecto. En este sentido la IAPC se inscribe en las siguientes características: 1. Es un propuesta política educativa-curricular transformadora. Su praxis es clave en apoyo al impacto entre los actores y sujetos con el contexto. 3. El contexto es la parte de abordaje para el IC y 4. Actores y sujetos generan interacciones entre el IC y la Escuela. 5. La IAPC es la columna de beneficios para los investigadores curriculares.