Humberto Guatibonza asume la seguridad presidencial tras ser absuelto en el caso de interceptaciones ilegales

El general en retiro Humberto Guatibonza fue nombrado como nuevo jefe de Seguridad del presidente Gustavo Petro, luego de ser exonerado de los cargos que lo vinculaban con una supuesta red de interceptaciones ilegales. Su designación fue oficializada por la Presidencia de la República tras la publicación de su hoja de vida.

El fallo que permitió su regreso a la vida pública fue emitido por el Juzgado 35 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá, el cual concluyó que no existían pruebas suficientes para vincular penalmente a Guatibonza por los delitos de concierto para delinquir, interceptación de comunicaciones y uso de software malicioso.

Durante el juicio, el togado calificó las acusaciones de la Fiscalía como imprecisas y carentes de sustento. Pese a ello, el ente acusador anunció que interpondrá un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Bogotá.

Guatibonza, quien permaneció privado de la libertad tras su captura en 2018, celebró la decisión judicial y aseguró haber tenido un juicio justo. “Pude defenderme y demostrar que no cometí ningún delito”, declaró en entrevista radial. Asimismo, afirmó que la experiencia le permitió valorar el respaldo de su entorno y reafirmar sus convicciones personales.

Al referirse al sistema judicial, manifestó su confianza en las instituciones colombianas: “La justicia tiene fallas, como cualquier estructura humana, pero hay que creer en ella”, dijo.

El general había sido señalado de integrar una red de interceptaciones ilegales junto a exoficiales del Ejército y una exfuncionaria del Ministerio TIC. Sin embargo, su defensa alegó durante años la falta de pruebas concretas.

Luego de conocerse su absolución, el presidente Gustavo Petro se comunicó directamente con él para ofrecerle la jefatura de su esquema de seguridad. “Me pidió que asumiera esa responsabilidad. Lo consulté con mi familia y decidimos aceptar”, afirmó.

Guatibonza reemplaza en el cargo al coronel Carlos Feria, apartado tras verse involucrado en el escándalo de interceptaciones a Marelbys Meza, exniñera de la actual canciller Laura Sarabia.

Desde su nueva posición, el general retirado enfrenta el desafío de garantizar la seguridad del jefe de Estado en un contexto político complejo. “La labor más difícil es prevenir. Nuestra misión es que el presidente culmine su mandato en condiciones de seguridad”, puntualizó.

Finalmente, evitó señalar a los posibles responsables del proceso judicial en su contra, aunque reconoció que la investigación tuvo origen en un informe de inteligencia de la Policía Nacional. Pese a lo ocurrido, reafirmó su lealtad a la institución: “Amo a la Policía y la seguiré apoyando desde cualquier espacio donde esté”.