Entre nos, la crónica de una mirada incómoda: cuando Coca-Cola se topa con el tinto

Por Juana de Arco

Este fin de semana, en uno de esos eventos donde todo el mundo sonríe para la foto pero piensa otra cosa, ocurrió lo que muchos ya comentan en voz baja (y otros en tono alto y sarcástico): el inesperado cruce entre Ana María Aljure, gerente de ciudad, y Katia Nule, primera dama de Barranquilla (y, dicen algunos, la verdadera que manda en la casa… y más allá).

La escena fue digna de novela de las 8: Aljure, quien venía reinando sola en el escenario institucional, tuvo que “abrirse como la yuca” —literal y emocionalmente— cuando llegó la esposa del alcalde Alejandro Char. Las cámaras no captaron audio, pero los ojos, gestos y silencios lo dijeron todo: ¡ay, esa rasquiñita sí se siente desde el palco!

Y es que, como dicen en la costa: “Donde está una, la otra no entra”. No sabemos si es protocolo, territorio, o puro celo político, pero la tensión podría haberse cortado con un bisturí (o una orden ejecutiva).

Al final, la reflexión del día queda servida en bandeja de sarcasmo: Coca-Cola mata tinto. Aunque el tinto esté hirviendo y no quiera enfriarse «Quema y pela».

Esto pica y…