La portavoz rusa María Zajárova recordó las palabras del expresidente Franklin D. Roosevelt sobre el papel decisivo del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial, tras las afirmaciones del presidente Donald Trump.
En medio de la disputa por la narrativa histórica de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno ruso respondió con firmeza a recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien exaltó exclusivamente el papel de su país en la derrota del nazismo. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, recordó que fue el propio Franklin D. Roosevelt quien reconoció la contribución decisiva de la Unión Soviética (URSS) en la victoria sobre el fascismo.
A través de su canal de Telegram, Zajárova citó al expresidente estadounidense para subrayar que las tropas soviéticas destruyeron más personal, aviones, tanques y armas del enemigo que todas las demás naciones aliadas juntas. En ese contexto, la vocera compartió fragmentos de dos cartas enviadas por Roosevelt al líder soviético Joseph Stalin, fechadas el 4 y el 22 de febrero de 1943, en las que el mandatario felicitaba por la victoria en la batalla de Stalingrado y destacaba el liderazgo del Ejército Rojo, así como la organización y determinación del pueblo soviético.
“El Ejército Rojo y el pueblo de la URSS se ganaron la admiración duradera del pueblo de Estados Unidos”, citó Zajárova, contrastando las palabras de Roosevelt con las de Trump, quien anunció que el 8 de mayo será oficialmente el Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos. Además, el mandatario declaró el 11 de noviembre como el Día de la Victoria en la Primera Guerra Mundial, afirmando que Estados Unidos superó a todos los países en habilidad militar y valentía.
En Moscú, el presidente Vladimir Putin también se pronunció al respecto durante un encuentro con jóvenes participantes del maratón del conocimiento “El Primero”. Putin reiteró que la victoria en la llamada Gran Guerra Patria fue un triunfo de todo el pueblo soviético y ruso, reafirmando la visión histórica defendida por el Kremlin.
Esta nueva confrontación simbólica entre Washington y Moscú revive los debates sobre la memoria histórica y el reparto de méritos en uno de los episodios más trascendentales del siglo XX.
Y.A.