Brayan Campo pasará 58 años en prisión por feminicidio y ocultamiento de pruebas

Brayan Snaither Campo Pillimué aceptó su responsabilidad en el crimen y fue sentenciado por feminicidio agravado, secuestro agravado, tentativa de secuestro, y ocultamiento de pruebas tras causar la muerte de una menor y quemar su cuerpo.

Un crimen atroz que estremeció a toda Colombia ha recibido una respuesta contundente por parte del sistema judicial. Brayan Snaither Campo Pillimué, de 32 años, fue condenado a 58 años y 3 meses de prisión tras ser hallado responsable del asesinato de una niña de 12 años, cuyo cuerpo fue posteriormente incinerado. Los hechos ocurrieron el pasado 29 de septiembre de 2024 en el municipio de Candelaria, en el departamento del Valle del Cauca, y provocaron una fuerte reacción de rechazo en todo el país.

La sentencia fue dictada por una juez penal de conocimiento, luego de que se verificara la aceptación voluntaria de los cargos por parte del agresor. Las investigaciones, lideradas por la Fiscalía General de la Nación, lograron recolectar las pruebas necesarias para imputar y condenar a Campo Pillimué por los delitos de feminicidio agravado, secuestro simple agravado, secuestro simple tentado agravado, y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio.

Los hechos se desencadenaron cuando la víctima salió de la casa de sus abuelos para dirigirse a su hogar a buscar un champú con el que pretendía bañar a su mascota. Durante el trayecto pasó frente a un local de artículos para animales, propiedad del condenado, quien aprovechó el momento para interceptarla e inducirla con engaños a ingresar al establecimiento. Una vez adentro, bajó la reja del negocio, la golpeó en la cabeza hasta dejarla sin signos vitales y ocultó el cadáver durante horas.

Posteriormente, envolvió el cuerpo en costales y lo transportó en su motocicleta hasta una zona de cañaduzales ubicada entre Candelaria y Florida, donde procedió a quemarlo en un intento por borrar todo rastro del crimen. A pesar de estos esfuerzos, los expertos forenses localizaron los restos de la niña al día siguiente, lo que permitió iniciar una investigación que avanzó con celeridad gracias a la evidencia recabada.

Durante el curso del proceso, se conoció que minutos antes de perpetrar este crimen, Campo Pillimué intentó secuestrar a otra menor de edad, también de 12 años, quien logró escapar y evitar lo que pudo haber sido otro trágico desenlace. Este elemento fue crucial para agravar la calificación jurídica de los hechos.

El fallo no solo contempla la pena de prisión, que deberá cumplirse en la Cárcel de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, sino también una sanción económica consistente en una multa equivalente a 39.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes. La severidad de la sentencia responde a la gravedad del caso, y sienta un precedente jurídico frente a los crímenes de violencia extrema contra menores de edad, particularmente las niñas.

La Fiscalía General de la Nación celebró la decisión judicial, destacando el trabajo coordinado entre investigadores, forenses y fiscales para esclarecer el caso en tiempo récord. «Este tipo de decisiones reafirman el compromiso del Estado con la defensa de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, así como con la erradicación de la impunidad frente a delitos de extrema gravedad», indicó un vocero del ente acusador.

Organizaciones de defensa de la niñez y sectores ciudadanos han manifestado que esta sentencia ejemplar representa un acto de justicia que, si bien no repara el daño causado, sí envía un mensaje firme en contra de la violencia infantil y el feminicidio. Asimismo, reiteran el llamado a reforzar las políticas de prevención, educación, acompañamiento psicosocial y monitoreo a potenciales agresores para evitar que se repitan tragedias como esta.

Con esta decisión, la justicia colombiana reafirma su postura frente a los crímenes que vulneran los derechos fundamentales de los menores. Casos como el de Brayan Snaither Campo Pillimué deben motivar una reflexión colectiva sobre el rol de la sociedad en la protección de la infancia, al tiempo que fortalecen el camino hacia una Colombia más segura y justa para todos.

Y.A.