Una iniciativa liderada por la cadena de restaurantes Archies y la red ABACO garantiza alimentos básicos para 65 menores en situación vulnerable en la isla.
En un país donde la desnutrición infantil es una preocupación creciente, un rayo de esperanza brilla en el archipiélago de San Andrés. Gracias a una iniciativa solidaria liderada por la cadena de restaurantes Archies en alianza con la red de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), 65 niños entre los 5 y 12 años, pertenecientes a comunidades vulnerables, ahora reciben desayunos nutritivos que les brindan una mejor oportunidad de crecimiento y desarrollo.
La donación, entregada directamente a ABACO, permite la adquisición de cereales, leche y otros productos lácteos, esenciales para asegurar una alimentación adecuada durante la infancia. Estos productos son distribuidos por el Banco de Alimentos de San Andrés, el cual tiene como misión aliviar la inseguridad alimentaria en la región, una problemática que afecta con severidad a las poblaciones más vulnerables del país.
“En el país, más de 392.000 niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica, una condición irreversible que limita su desarrollo físico y cognitivo”, afirmó Juan Carlos Buitrago, director ejecutivo de ABACO. Esta alarmante cifra es solo una parte de una crisis más profunda: 19.2 millones de colombianos tienen un consumo insuficiente de alimentos, siendo los niños y niñas los más golpeados en zonas como San Andrés, donde las condiciones geográficas y económicas dificultan aún más el acceso a una nutrición digna.
La iniciativa nació de una campaña realizada durante un fin de semana de abril, en la cual Archies destinó el 50% de las utilidades de su menú infantil a apoyar esta causa. No es la primera vez que la empresa participa en acciones de responsabilidad social: desde noviembre de 2023 ha mantenido un compromiso sostenido con la red de bancos de alimentos, destinando también un porcentaje de las ventas de otros platos seleccionados a programas de lucha contra el hambre.
Además de esta contribución puntual, Archies también apoya de manera continua el programa «Va por mi Cuenta», que entrega paquetes de alimentación a niños con desnutrición y a madres gestantes tanto en Colombia como en México, gracias al trabajo conjunto con una fundación aliada que vela por el bienestar de comunidades vulnerables.
Este tipo de esfuerzos resalta la importancia de la colaboración entre el sector privado y las organizaciones sociales para enfrentar problemas estructurales como el hambre y la malnutrición. Más allá del impacto inmediato de una comida, estas acciones representan una inversión en el futuro de cientos de niños, quienes, gracias a una alimentación adecuada, pueden desarrollarse plenamente y romper el ciclo de pobreza y exclusión.
Los alimentos entregados no solo cumplen con estándares nutricionales, sino que son acompañados de procesos de seguimiento y educación alimentaria, para que las familias beneficiadas también reciban orientación sobre cómo mejorar su dieta diaria dentro de sus posibilidades económicas. Esta intervención integral permite que el impacto de la ayuda sea más duradero y significativo.
Las historias detrás de esta campaña son conmovedoras. Muchos de los niños beneficiados llegaban al Banco de Alimentos con síntomas de desnutrición moderada o severa, y gracias a esta intervención han mostrado avances notables en peso, talla y nivel de energía. Las madres y cuidadores expresan gratitud por la posibilidad de ver a sus hijos alimentarse dignamente, algo que para muchos era un lujo inalcanzable.
En un contexto donde las cifras son desalentadoras y la desnutrición crónica amenaza con marcar el destino de miles de niños, estas iniciativas ofrecen un camino concreto hacia la esperanza. El reto, ahora, es replicarlas y escalarlas, para que el derecho a la alimentación deje de ser una promesa y se convierta en una realidad para todos los niños y niñas del país.
ABACO, por su parte, continúa haciendo un llamado a más empresas y ciudadanos para que se sumen a esta causa. “Combatir el hambre requiere del esfuerzo de todos. Cada plato que servimos es posible gracias a quienes creen que ningún niño debería irse a dormir con el estómago vacío”, concluyó Buitrago.
Y.A.