La región de La Mojana, en el departamento de Sucre, continúa siendo foco de atención para las autoridades encargadas de la gestión de riesgos. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), bajo la dirección de Carlos Carrillo Arenas, avanza con los trabajos de emergencia destinados a mitigar los efectos de las inundaciones en áreas vulnerables, como el sector de Cara’ e Gato.
Los trabajos en la zona se centran en la ampliación del canal de La Esperanza, una obra clave para mejorar la capacidad de evacuación del agua y reducir las afectaciones en las comunidades cercanas. Con un equipo de 30 máquinas pesadas, se está llevando a cabo la remoción de la capa vegetal para proceder con las excavaciones necesarias que permitirán aumentar el flujo de agua en el canal y, de esta forma, disminuir la presión sobre los puntos más críticos. Se espera que las obras finalicen en septiembre, con un aumento en el caudal que podría oscilar entre un 20% y un 40%.
Además de la ampliación del canal, el proceso incluye la construcción de jarillones temporales para proteger áreas que históricamente han sido vulnerables a las inundaciones. Las primeras intervenciones se realizarán en el municipio de San Jacinto del Cauca, Bolívar, y su proximidad a la región afectada permitirá que la respuesta sea más eficaz.
Carrillo Arenas enfatizó que las acciones no se limitan a soluciones inmediatas, sino que están acompañadas de estudios y proyectos a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de las medidas implementadas. Como parte de la respuesta integral, el gobierno también ha comenzado a distribuir ayudas humanitarias, que beneficiarán a más de 9,500 familias en los municipios de Majagual, Caimito, San Marcos y Montecristo, proporcionando kits de alimentos, productos de higiene y utensilios de cocina para aliviar la situación de los damnificados.
Con estos avances, las autoridades esperan ofrecer a la población de La Mojana una respuesta efectiva frente a las constantes amenazas de inundación, mejorando tanto la infraestructura local como la calidad de vida de los habitantes de la región.