En el marco del 58° Festival de la Leyenda Vallenata, fueron los más jóvenes quienes se robaron los aplausos y el cariño de todos, cuando 87 grupos infantiles y juveniles inundaron las calles con su energía, sus coloridos trajes y ese amor puro por la tradición que solo los niños saben expresar.
El tradicional desfile de Piloneritos, uno de los eventos más esperados por los vallenatos y visitantes, fue una verdadera declaración de pertenencia. Niños y jóvenes no solo bailaron, también sonrieron, saludaron, se entregaron al momento con una alegría contagiosa que hizo vibrar cada rincón de la ciudad.
Rodolfo Molina Araújo, presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, no ocultó su emoción al ver cómo se fortalece la esencia del festival desde la infancia. “Celebro con orgullo la masiva participación. Estamos muy contentos porque esto es majestuoso. ¡Qué alegría tan grande! porque se siembra, se cultiva y aquí estamos encontrando nuestros frutos de poder lograr que la tradición siga con el mismo entusiasmo”, expresó”, afirmó.
El desfile, protagonizado por 53 grupos juveniles y 34 infantiles, recorrió las principales calles de Valledupar, en una jornada que combinó arte, historia, música y mucha emoción. Fue un homenaje a las raíces que siguen creciendo firmes, con nuevos rostros y nuevas voces.
Cada sonrisa, cada giro al ritmo del pilón, cada atuendo tradicional llevado con orgullo, fueron postales vivas de una cultura que se niega a apagarse.
Este desfile es, sin duda, una de las expresiones más auténticas y esperanzadoras del Festival de la Leyenda Vallenata. Porque ahí, entre pañuelos, tambores y acordeones, los más pequeños comienzan a escribir su propio capítulo en la historia del folclor colombiano.