El crimen del dirigente de la CUT y militante de Colombia Humana en Valledupar desata fuertes declaraciones del presidente, quien denunció una alianza entre el clan del Golfo y el ELN en la frontera con Venezuela.
El asesinato de Walberto Quintero Medina, vicepresidente de la CUT Subdirectiva Cesar y dirigente del sindicato Sinaltrainal, ha encendido las alarmas del Gobierno Nacional. El líder sindical y militante de Colombia Humana fue atacado por un sicario el 29 de abril en el barrio Sicarare de Valledupar, y falleció posteriormente en una clínica local.
El presidente Gustavo Petro reaccionó con contundencia, señalando directamente al clan del Golfo como responsable del crimen. “Walberto Quintero (…) ha sido asesinado por el clan del Golfo. La ofensiva contra los negocios ilícitos del clan y sus bienes debe ser total. Yo no admito el chantaje”, expresó el mandatario en su cuenta de X.
Además de lamentar la pérdida del líder sindical, Petro reveló preocupantes alianzas criminales en la región. “Chiquito Malo ha decidido una alianza con el ELN, del lado venezolano, ya se ha incautado 32 toneladas de cocaína del Catatumbo, y detenido varios alcaldes y políticos que ayudaban al narco”, afirmó el jefe de Estado.
En respuesta a estos hechos, se ha convocado una reunión especial este miércoles para fortalecer la lucha contra el clan del Golfo, considerado por los organismos de inteligencia como la organización criminal más extensa del país, con presencia en 15 departamentos, 208 municipios y 3.244 veredas.
“Espero de la ciudadanía caribeña y con la debida reserva, información para dar con las cabezas del clan del Golfo”, solicitó Petro, al tiempo que pidió a la Fiscalía General de la Nación conformar un equipo especial que permita una respuesta jurídica adecuada para los miembros de esta estructura que decidan acogerse a la paz.
Estas declaraciones se producen en medio del denominado plan pistola del clan del Golfo contra la Fuerza Pública, que ya ha cobrado más de una veintena de vidas. También surge mientras crecen las dudas sobre la continuidad de los acercamientos entre el Gobierno y ese grupo armado.
En agosto de 2024, el Ejecutivo autorizó mediante resolución la instalación de un espacio de conversación y reconoció a seis miembros del clan del Golfo como voceros. El más reciente encuentro tuvo lugar el pasado 3 de febrero, donde cabecillas como alias Gonzalito, Chirimoya, Bruno o Jerónimo y Rodrigo Flechas se reunieron con Álvaro Jiménez, delegado de la Oficina del Consejero Comisionado de Paz, para explorar un escenario de diálogo sociojurídico.
Sin embargo, el asesinato de Quintero pone en duda la viabilidad de esas conversaciones y refuerza la postura del Gobierno de no ceder ante lo que califican como “chantajes criminales”.
Y.A.