La canciller de Colombia comparece ante la Fiscalía para ampliar su denuncia contra Armando Benedetti por violencia de género, enriquecimiento ilícito y hechos ocurridos en el extranjero.
En un contexto político cargado de tensiones, la canciller Laura Sarabia se convierte en protagonista de una nueva jornada judicial al comparecer este miércoles ante la Fiscalía General de la Nación, con el objetivo de ampliar su denuncia contra el actual ministro del Interior, Armando Benedetti, en un proceso que abarca violencia de género, presunto enriquecimiento ilícito y hechos ocurridos incluso fuera del país. La audiencia, que ha captado la atención de la opinión pública, se inscribe dentro de una trama que ha involucrado a los funcionarios más cercanos al presidente Gustavo Petro.
La raíz del proceso legal se remonta a 2023, cuando se filtraron audios en los que Benedetti se refería a Sarabia en términos que, según la funcionaria, constituyen una forma de violencia basada en su condición de mujer. La situación derivó en una denuncia formal ante el ente investigador, en la que la actual canciller exige respeto por su dignidad, su integridad y su derecho a ejercer funciones públicas libres de acoso o presión.
Horas antes de comparecer ante la Fiscalía, Sarabia manifestó con contundencia que no está dispuesta a renunciar a su integridad ni a su voz. “La defensa del buen nombre no es un acto de vanidad, es un acto de justicia. Y a propósito que vengo de Roma y del funeral del Papa Francisco, él decía que no podíamos callar cuando se trata de defender lo que es justo”, afirmó la canciller, marcando el tono con el que se presenta ante la justicia.
La funcionaria también hizo énfasis en su posición dentro del Gobierno y cómo esta no la obliga a silenciarse ante los agravios personales o institucionales. “Estar y ser parte del gobierno no significa que deba abandonar para proteger mis derechos y que haya renunciado a ejercer los mismos y a rendir declaraciones o a presentarme ante las autoridades competentes”, señaló. En ese sentido, expresó su agradecimiento al presidente Petro, afirmando: “Siempre he agradecido al presidente Gustavo Petro, que me ha enseñado que uno no puede callar ante la injusticia y que me ha apoyado y jamás me ha pedido ir en contra de la verdad y de la justicia”.
Durante la diligencia, el equipo jurídico de Sarabia entregará nuevas pruebas ante la Fiscalía, las cuales incluirán documentos clave no solo del caso por violencia de género, sino también evidencias de presunto enriquecimiento ilícito por parte de Benedetti, así como hechos de violencia que habrían tenido lugar en España, ampliando así el espectro de las acusaciones.
La intervención de Sarabia no solo se interpreta como un paso legal, sino como una manifestación política de fondo dentro del Gobierno del cambio. Ella misma ha sido una figura clave en la administración de Petro, y su distanciamiento del hoy ministro del Interior deja ver fisuras internas que han sido objeto de debate tanto en medios como en escenarios institucionales.
Cabe recordar que la relación entre Sarabia y Benedetti ya había estado en el centro del escándalo cuando este último protagonizó episodios polémicos en los que se refería de forma despectiva a la canciller. Las grabaciones, que se filtraron el año pasado, causaron una tormenta mediática y alimentaron cuestionamientos sobre el ambiente laboral dentro del Ejecutivo.
Este nuevo capítulo añade otra capa al complejo entramado político que rodea al gobierno Petro, y plantea interrogantes sobre la manera en que se gestionan las disputas internas y los mecanismos de denuncia dentro del alto gobierno. Mientras tanto, sectores feministas, organizaciones civiles y analistas políticos siguen con atención el caso, pues podría sentar un precedente sobre la manera en que se abordan las violencias basadas en género dentro de las instituciones públicas.
La comparecencia de Sarabia también refuerza un mensaje clave: que las mujeres en posiciones de poder no están dispuestas a tolerar el maltrato, sin importar el rango o la influencia del agresor. Su voz, respaldada por argumentos jurídicos y apoyo político, representa una postura firme frente a los intentos de silenciarla o deslegitimar su experiencia.
El proceso continuará en las próximas semanas con la evaluación de las pruebas por parte de la Fiscalía, que deberá determinar si hay mérito suficiente para abrir una investigación formal contra el ministro Benedetti. Por ahora, lo cierto es que el caso ha escalado y promete seguir generando reacciones dentro y fuera del país.
Y.A.