La fecha es reseñada por Wikipedia, si bien no hay un dato certificado al respecto. Fundó las ciudades de Cali y Popayán
Los grupos aborígenes, tal como en septiembre de hace dos años en Popayán, derribaron en el 2021 su estatua en Cali «en memoria de nuestro cacique Petecuy, quien luchó contra la corona española» y por «genocidio, despojo y acaparamiento de tierras, desaparición física y cultural de los pueblos que hacían parte de la Confederación

Una vez más, tal como ocurrió en Popayán en septiembre del año pasado, los aborígenes decidieron derribar la estatua del conquistador español, Sebastián de Belalcázar, pero ahora en la ciudad de Cali, en el marco de la jornada de protestas adelantada en el país en contra de la Reforma Tributaria planteada por el Gobierno y que debe ser debatida en estos días en el Congreso..
Belalcázar, quien según Wikipedia falleció el 30 de abril de 1531, fue el fundador de las ciudades colombianas Popayán y Cali, pero su nombre causa una gran molestia entre los grupos indígenas.
Uno de estos grupos, el pueblo Misak que reivindicó el acto, señaló que que esto nada tenía que ver con la protesta y que sólo lo hacían «en memoria del cacique Petecuy»
El movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente reivindicó su acción: en un comunicado que lo señala[
-Tumbamos a Sebastián de Belalcázar en memoria de nuestro cacique Petecuy, quien luchó contra la corona española, para que hoy sus nietos y nietas sigamos luchando para cambiar este sistema de gobierno criminal que no respeta los derechos de la madre tierra- indicaron a través de las redes sociales.
El Movimiento de Autoridades Indígenas del Suroccidente Colombiano (AISO) argumentó que Belalcázar cometió delitos como «genocidio, despojo y acaparamiento de tierras, desaparición física y cultural de los pueblos que hacían parte de la Confederación «– según indicó ayer el Diario El Tiempo y según sus dirigentes, lo hicieron basados en «tradiciones y documentos antiguos»
-Crónicas, relatos historiográficos, reconstrucciones, expedientes de archivo muerto y archivo clasificado del archivo central del Cauca», entre otras fuentes que van desde textos académicos hasta «historias fidedignas de la tradición oral de nuestros pueblos ancestrales Misak-.indica la publicación.
Por su lado, el Diario El País en su edición de ayer 28 de abril, recordó que cuando el monumento fue derribado en Popayán en septiembre del año pasado la acción tuvo defensores.
Según la publicación, el docente e investigador de la Universidad Libre y de la Universidad del Valle con sede en Palmira Holbein Giraldo Paredes, afirmó que el hecho es «una forma de luchar contra el eurocentrismo que le rinde culto a los conquistadores españoles».
-El acto de derribar la estatua de Sebastián de Belalcázar por parte de las comunidades indígenas del Cauca es una muestra de rechazo a una sociedad que le rinde culto a los conquistadores europeos- afirmó el docente
Sebastián de Belalcázar, fundador a Cali y Popayán , es una figura a la que los aborígenes Misak, detestan y rechazan de manera rotunda y absoluta., calificándolo de «genocida» y en esto son respaldados por las demás comunidades
El año pasado, cuando derribaron la estatua de en Popayán, las tribus de La Guajira, apoyaron su acción.
-Belalcázar fue un genocida que masacró a los pueblos que conquistó. Mi respeto a los Misak que hoy reivindican sus muertos. Al suelo un símbolo de 500 años de esclavitud- afirmó la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), Martha Peralta, en Twitter.
Por su lado, en una columna escrita para el Diario Occidente el historiador Alberto Ramos Garbiras, exponía una situación similar a la que denuncian los indígenas.
-Belalcázar venía del Ecuador, eliminando indígenas, almacenando oro, perlas y joyas; quemaban las aldeas con casas de techo de paja, a los sobrevivientes los herraban para tomarlos como esclavos, metodología que explicó Fray Bartolomé de Las Casas- escribió el columnista
Sobre la vida de Belalcázar en España y sus orígenes, las versiones son oscuras y confusas. Se sabe, eso sí, que su apellido de familia era Moyano, que lo cambió por el de su pueblo natal, Belalcázar para no ser reconocido pues huía para no pagar un burro que había matado. Era analfabeto y se dedicaba a la cría de puercos
-Quedó huérfano de corta edad, á cargo de un hermano mayor, quien le mandaba a buscar leña del monte con un asnillo, única propiedad que tenía: viniendo un dia con la acostumbrada carga, cayósele el animal en un atolladero, donde se atascó de tal suerte, que no pudiendo sacarle, se molestó tanto, que le dio un garrotazo en la cabeza, dejándolo muerto- señala el portal Ecured.
Algo parecido cuenta el Cura Juan Castellanos, según la Real Academia de la Historia:
-Su infancia y juventud son desconocidas. Castellanos asegura que sus padres murieron pronto y tuvo que trabajar desde niño, ayudando a su hermano, quizá el gemelo. El cronista narra que un día de lluvia se le metió un burro cargado de leña en un atascadero y murió al golpearle para sacarlo, por lo que decidió huir- señala la publicación http://www.rah.es/ Real Academia de Historia
Al final, la pregunta que se hacen hoy los colombianos en las redes sociales tiene que ver con el tema. ¿Tuvieron razón los aborígenes al derribar la estatua en Cali tal como hicieron el año pasado en Popayán?