La clave del currículo contextualizado y pertinente

POR: ETIEL TORREGROSA GUTIERREZ

El investigador Reynaldo Mora Mora, en sus reflexiones sobre el currículo, plantea que fundamentalmente es un entramado de relaciones. Desde su perspectiva, el currículo mantiene una relación particular con el contexto social, cultural y educativo en el que se desarrolla. Esta conciencia del contexto permite reconocer el carácter integral del currículo, el cual articula múltiples dimensiones humanas presentes en los fines de la educación establecidos en el artículo 5° de la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994). De este modo, Mora propone una visión del currículo orientada hacia una formación integral, contextualizada y pertinente, que responda a las realidades concretas de los estudiantes y sus comunidades.

Diálogo de saberes entre Reynaldo Mora y otros autores: al establecer un diálogo entre la propuesta de currículo contextualizado y pertinente (C.C.P) de Reynaldo Mora Mora y las teorías de autores como William Pinar, Michael Apple y Paulo Freire, se enriquece la comprensión del currículo como un sistema de relaciones complejas. Cada uno de estos pensadores aporta una visión particular que, al integrarse, fortalece la mirada crítica, social y pedagógica del currículo. Esta “juntanza de saberes” permite articular elementos fundamentales como el contexto, la subjetividad, la ideología y la transformación social, aspectos que también son esenciales en la propuesta de Mora.
William Pinar y el currículo como experiencia vivida: En su obra ¿What is Curriculum Theory? (2004), William Pinar desarrolla una concepción del currículo como una experiencia compleja, profundamente conectada con la subjetividad, la cultura y la historia. Para Pinar, el currículo no debe limitarse a ser una lista de contenidos, sino que debe entenderse como un campo de estudio que articula relaciones entre la educación, la sociedad y la identidad personal.

Uno de sus aportes más significativos es la noción de “comprensión curricular”, que implica una reflexión profunda sobre las interacciones entre el individuo y su contexto. Asimismo, Pinar introduce el enfoque autobiográfico como una herramienta clave para que tanto estudiantes como docentes puedan situarse críticamente en su proceso formativo. Esta perspectiva coincide con el enfoque de Mora Mora, quien reconoce la importancia de integrar la dimensión personal y contextual en el currículo.

Además, Pinar enfatiza la complejidad inherente al currículo y su carácter relacional, lo cual se alinea con la idea de Mora de un currículo integral, en el que confluyen múltiples dimensiones humanas y sociales. La propuesta de Pinar resalta que comprender el currículo es, en última instancia, comprendernos a nosotros mismos en el entramado de relaciones que vivimos y construimos.

Relación con la subjetividad y la integralidad (Pinar, Mora): Pinar propone que el currículo debe considerar la subjetividad de los estudiantes, sus experiencias e identidades.

Mora retoma esto en su propuesta de una formación integral, vinculada a los fines educativos del artículo 5 de la Ley 115, donde el desarrollo pleno de la personalidad es central.
Pinar refuerza esta visión al proponer que el currículo debe comprenderse desde la historia vivida, es decir, desde las biografías de estudiantes y docentes, y sus vínculos con la sociedad y la cultura.

Michael Apple y la dimensión ideológica del currículo
Michael Apple, en su obra Ideology and Curriculum (1979), realiza un análisis crítico del currículo como un instrumento que refleja y reproduce relaciones de poder dentro de la sociedad. Desde su perspectiva, el currículo no es neutral, sino que está impregnado de ideología, siendo muchas veces una herramienta que refuerza la hegemonía cultural de los grupos dominantes. Apple introduce el concepto de “currículo oculto” para referirse a aquellos mensajes, valores y normas que se transmiten de manera implícita en el proceso educativo, y que suelen contribuir a la reproducción de desigualdades sociales y económicas. En este sentido, destaca la necesidad de analizar el currículo desde una perspectiva crítica que permita identificar estas dinámicas de dominación.

Al igual que Reynaldo Mora, Apple reconoce que los docentes y estudiantes pueden resistir las estructuras ideológicas impuestas a través del currículo. Ambos autores coinciden en la importancia de un enfoque educativo que no solo transmita conocimientos, sino que cuestione las estructuras de poder existentes y promueva una formación ciudadana crítica y transformadora. Así, los aportes de Apple enriquecen la propuesta del Currículo Contextualizado y Pertinente (C.C.P) al evidenciar que el currículo debe construirse no solo desde las necesidades del contexto, sino también desde una conciencia crítica de sus implicaciones políticas y sociales.

Relación con el poder y la ideología (Apple): Apple advierte que el currículo no es neutral; reproduce estructuras de poder y desigualdad. El C.C.P de Mora, al partir del análisis de problemáticas sociales (P.S), se alinea con la propuesta de Apple de resistir la hegemonía cultural. Paulo Freire y el currículo para la liberación.

En Pedagogía del oprimido (1970), Paulo Freire plantea una visión profundamente crítica y transformadora del currículo, entendiendo la educación como un proceso de liberación.
Para Freire, el currículo puede ser tanto un instrumento de opresión como una herramienta para el desarrollo de la conciencia crítica y la transformación social.

Uno de sus aportes fundamentales es la distinción entre el “currículo bancario” y el “currículo problematizador”. El primero se basa en la transmisión mecánica de contenidos, donde el estudiante es un receptor pasivo del conocimiento. En contraste, el currículo problematizador propone una pedagogía activa y dialógica, centrada en la reflexión, la pregunta y la acción transformadora. Esta postura se encuentra en profunda sintonía con la propuesta de Mora Mora, quien plantea que el currículo debe articularse a partir de las problemáticas sociales reales que afectan a los estudiantes y sus comunidades.

Freire también insiste en que el currículo debe estar estrechamente ligado al contexto del estudiante. La realidad concreta —económica, cultural y social— no puede ser ignorada, pues es desde allí donde se construye el conocimiento significativo. Además, destaca el papel central del diálogo como medio para generar aprendizajes verdaderamente participativos y emancipadores.

Estos principios coinciden con el enfoque del Currículo Contextualizado y Pertinente (C.C.P), el cual busca responder a las realidades locales desde una perspectiva educativa integral, crítica y transformadora. Freire aporta así la base ética y política que fortalece la visión de un currículo que no solo educa, sino que libera.

Relación con el contexto (Mora, Freire): Reynaldo Mora plantea que el currículo tiene una relación sui generis con el contexto, entendiendo este no solo como entorno físico, sino como entramado cultural, político y social. Freire complementa esta idea con su propuesta de currículo problematizador, que parte de la realidad del estudiante para transformarla, fomentando la conciencia crítica. Freire llama a una educación para la liberación, donde el currículo se convierte en un espacio de disputa ideológica y posibilidad transformadora, lo cual se refleja en la visión crítica y contextual de Mora.

Relación con la comunidad educativa (Mora, Freire): El C.C.P implica una comunión de saberes y una participación activa de la comunidad, lo cual conecta con la visión dialógica de Freire, quien ve el currículo como construcción colectiva desde el diálogo y la praxis.

Conclusiones: El currículo como entramado relacional, contextual y transformador

La propuesta de Reynaldo Mora Mora sobre un Currículo Contextualizado y Pertinente (C.C.P) encuentra sólidos fundamentos teóricos en las ideas de William Pinar, Michael Apple y Paulo Freire. Estos autores, desde diferentes enfoques, coinciden en comprender el currículo no como un simple plan de estudios, sino como un entramado de relaciones vivas que conectan a los sujetos con su historia, su cultura, su contexto y su realidad social.

Pinar aporta una mirada introspectiva y cultural, que subraya la importancia de la subjetividad, la autobiografía y la complejidad como elementos centrales del currículo. Apple, por su parte, ofrece una crítica estructural que revela cómo el currículo puede reproducir las relaciones de poder e ideología dominante, pero también abre la posibilidad de resistir y transformar. Finalmente, Freire aporta una visión profundamente ética y política, donde el currículo se convierte en una herramienta para la liberación, el diálogo y la conciencia crítica.