*El doctor Roberto Cardona impulsa en Colombia una revolución antienvejecimiento, basada en la estimulación celular, el estilo de vida saludable y el poder del pensamiento positivo.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
El envejecimiento humano ha sido un fenómeno natural inevitable, pero los avances científicos de las últimas décadas han permitido comprender sus mecanismos biológicos y abrir la puerta a estrategias que buscan ralentizarlo e incluso revertir algunos de sus efectos.
En Colombia, el cirujano plástico, estético y reconstructivo Roberto Cardona se ha convertido en una de las voces más autorizadas en esta materia, impulsando una revolución basada en la estimulación celular, el autocuidado y el poder del pensamiento positivo como herramientas para prolongar la juventud y mejorar la calidad de vida.
Con 21 años de trayectoria médica y más de 17 dedicados a la cirugía plástica, estética y reconstructiva, Cardona ha intervenido exitosamente en más de 10.000 casos, consolidando una carrera marcada por la excelencia. Sin embargo, su curiosidad por entender el verdadero origen del envejecimiento lo llevó a explorar un campo mucho más profundo que el de las intervenciones quirúrgicas: la biología celular.
Durante años de formación avanzada en hospitales de Europa y un máster en Microcirugía de la Universidad de Barcelona, Cardona profundizó en el fenómeno de la longevidad humana. ¿Por qué envejecemos? ¿Cómo podemos prolongar los años de vida activa y saludable? Estas preguntas marcaron el inicio de una investigación que cambiaría el rumbo de su carrera médica.
La respuesta a sus inquietudes llegó en forma de una proteína clave: la Sirtuina (SIRT), también conocida como el “gen de la longevidad”. Su actividad máxima se da en los primeros años de vida y disminuye progresivamente a partir de los 20 años, debilitándose con el paso del tiempo y dando lugar al envejecimiento celular.
Para Cardona, entender este proceso no fue suficiente, por lo que decidió actuar. Desarrolló un innovador método terapéutico basado en la reactivación de las Sirtuinas mediante estímulos específicos, logrando optimizar los procesos de recuperación, rehabilitación y rejuvenecimiento en sus pacientes. Esta estrategia combina los más recientes avances de la ciencia celular con una filosofía integral de bienestar.
Y es que el rejuvenecimiento no depende únicamente de la genética o de tratamientos médicos. Según el experto, el estilo de vida y los patrones mentales juegan un papel determinante en el proceso de envejecimiento. Para ello, ha estructurado un sistema basado en seis pilares fundamentales: nutrición balanceada, ejercicio, calidad del sueño, no exposición a sustancias tóxicas, buen manejo de las redes sociales y el estrés.
La combinación armónica de estos factores no solo previene el deterioro celular, sino que impulsa la regeneración y mantiene activos los mecanismos de reparación natural del cuerpo.
De manera complementaria, Cardona destaca la importancia del pensamiento positivo. Estudios recientes en neurociencia han demostrado que los estados emocionales elevan o disminuyen la frecuencia vibratoria de las células, afectando directamente su actividad. Así, pensamientos optimistas y armónicos contribuyen a una mejor respuesta biológica, mientras que el estrés y la negatividad aceleran el deterioro.
La frecuencia de la juventud
Las frecuencias se han convertido en objeto de investigación esencial en el campo de la neurociencia; particularmente en estudios realizados por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) que apuntan a la posibilidad de usar sonidos y vibraciones como herramientas terapéuticas.
Roberto Cardona ha diseñado herramientas para cambiar la dinámica de vibración de las células y estimular su actividad en las personas para llevarlas de frecuencias bajas a frecuencias altas qué potencien una mejor respuesta celular, lo que significaría finalmente salud y bienestar.
Desarrollando una filosofía de trabajo basada en investigación, experimentación e innovación terapéutica con cientos de pacientes, el doctor Cardona se atreve hoy a desafiar el paso del tiempo y las leyes del envejecimiento.
Finalmente, el experto destaca que su proceso se basa en el principio de lograr que la apariencia externa refleje el bienestar inferior. Su concepto de simetría no solo busca la belleza física, sino también que los pensamientos, emociones y la forma de ser estén en sintonía con la imagen que se proyecta al mundo.
Para él, la verdadera juventud no solo se refleja en un rostro libre de arrugas, sino en un organismo que vibra en armonía física, mental y emocional.