NUESTRA REFLEXION DOMINICAL
Domingo 13 de Abril 2025
DIOCESIS DE BARRANQUILLA
PARROQUIA SAN ISIDRO LABRADOR
IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Palabra del Señor
Hoy la Iglesia nos invita a contemplar el amor incondicional de Dios, que se manifiesta en la misericordia de Jesús resucitado. En el Evangelio, vemos cómo Jesús se aparece a sus discípulos, llevándoles paz y perdón, especialmente a Tomás, quien en su duda necesitaba una experiencia directa con el Resucitado. Este encuentro es una invitación para nosotros: confiar en el Señor y experimentar su misericordia en nuestra vida.
En este Segundo Domingo de Pascua, también conocido como el Domingo de la Divina Misericordia, nos lleva a profundizar en el significado de esta palabra: misericordia, que revela la grandeza de Dios, la profundidad de su amor y lo sublime de su actuar. Y es que la misericordia nos habla de un Dios que tiene entrañas de compasión, un Dios cercano, un Dios que ama incondicionalmente a la humanidad y cuyo corazón es el centro de gravedad de su amor infinito.
Creer en un Dios Todomisericordioso nos libera del miedo y nos abre a la esperanza de una reconciliación universal. Su misericordia, manifestada en sus obras, nos permite experimentar su amor y nos impulsa a proclamar con fe y confianza: “¡Señor mío y Dios mío!”
La paz es la respuesta del Señor a todas nuestras angustias. No es solo una sensación pasajera, sino una forma de ser quienes realmente somos. La paz es fruto de la Pascua y don de Dios, quien en Cristo ha reconciliado todas las cosas.
Una y otra vez, el Resucitado llega a nuestra vida y nos dice: «La paz esté con ustedes». Su paz no es un mérito nuestro, sino un don inmerecido, nacido del amor renovado de Dios, que siembra esperanza en los corazones temerosos.
La paz del Señor brota del sacrificio de Cristo en la cruz, donde, por amor, renunció a su propia vida por nosotros. Su entrega no fue espontánea ni sencilla, sino fruto de una entrega total. En el pasaje evangélico, el Resucitado invita a Tomás a tocar sus heridas, a grabar en sus manos la dureza de la cruz, el precio del perdón y de la paz. De la misma manera, nosotros estamos llamados a comprender que el perdón no es fácil, que duele y nos desafía, pero que, al igual que la cruz, es fuente de salvación, esperanza y paz verdadera.
Que el Resucitado habite en nuestros corazones y los haga arder con su amor transformador. Tenemos hambre y sed de muchas cosas, pero, sobre todo, de paz. La lucha constante y la ansiedad que nos consume son signos elocuentes de su ausencia.
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Bendiciones en este domingo en familia. Los que deseen una orientación humana y espiritual por favor escribir al WhatsApp 3118923129.