La ausencia del alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo, fue notoria en el Consejo de Seguridad Ampliado realizado en Ciénaga, Magdalena, donde participaron el ministro de Defensa, altos mandos militares, el gobernador Rafael Martínez, y alcaldes de toda la región. Mientras se definían estrategias cruciales para combatir la creciente ola de inseguridad, la silla destinada a Pinedo permaneció vacía, simbolizando la falta de representación de la capital en un momento crítico.
Este vacío no solo resalta la desconexión de la administración local con los esfuerzos nacionales en materia de seguridad, sino también la creciente preocupación de la comunidad ante la creciente ola de criminalidad que azota Santa Marta. La ciudad, conocida por su belleza turística, ha sido escenario de múltiples actos de violencia, incluyendo homicidios, extorsiones y robos, lo que ha generado una sensación de inseguridad entre los samarios.
Norma Vera Salazar, defensora de derechos humanos, fue una de las primeras en criticar la falta de compromiso del alcalde. «Los dirigentes deben estar a la altura de los problemas de sus territorios», expresó, indicando que, aunque las diferencias políticas con el gobernador son comprensibles, la ausencia de Pinedo en un espacio tan crucial es un desdén por los problemas de seguridad que afectan a la ciudadanía.
La defensora añadió que el alcalde debería haber asistido para coordinar esfuerzos con el gobierno nacional y garantizar una respuesta efectiva ante la situación que enfrenta Santa Marta.
El docente e investigador Lerber Dimas Vásquez también se mostró preocupado por la omisión de Pinedo, resaltando que la ciudad no solo enfrenta un aumento en los índices de criminalidad, sino también la falta de un liderazgo efectivo en la materia. «La ciudad de los 500 años necesita seguridad, y más cuando tiene una policía local que no genera confianza ni planificación. Este tipo de ausencias son una clara señal de la desconexión de la administración municipal con las necesidades de los samarios«, señaló.
El Consejo de Seguridad, que reunió a las autoridades para coordinar medidas y reforzar la presencia de la Fuerza Pública en la región, se convirtió en una oportunidad perdida para Santa Marta. En un momento en que se requieren decisiones urgentes y un esfuerzo conjunto para enfrentar la violencia, la falta de participación de Pinedo dejó a la ciudad sin una voz activa en la mesa de diálogo.
La situación se complica aún más considerando que la inseguridad en Santa Marta afecta a todos los sectores de la sociedad, desde el comercio hasta el turismo, y ha generado un clima de incertidumbre que afecta la calidad de vida de los habitantes. La ausencia del alcalde en este consejo pone de manifiesto la necesidad urgente de una respuesta unificada que involucre tanto al gobierno local como al nacional.
Mientras tanto, ciudadanos y organizaciones sociales continúan exigiendo un compromiso real con la seguridad, en un momento en que Santa Marta necesita urgentemente estrategias que permitan recuperar la tranquilidad y restaurar la confianza en sus autoridades.