La Universidad Popular del Cesar avanza con fuerza hacia su meta de convertirse en la primera institución de educación superior del país orientada a la transición energética, impulsando proyectos innovadores en alianza con entidades estratégicas.
Por: Redacción.
DIARIO LA LIBERTAD.
La Universidad Popular del Cesar (UPC) reafirma su visión transformadora al liderar iniciativas orientadas a la transición energética, consolidándose como un referente en la formación de profesionales comprometidos con el desarrollo sostenible. En colaboración con la Gobernación del Cesar, la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) y el movimiento No Fracking, la universidad encabeza una mesa de trabajo dedicada a la promoción de la energía sostenible y la búsqueda de soluciones innovadoras frente a los desafíos energéticos y ambientales que enfrenta la región y el país.
Durante este importante evento, el rector Rober Romero Ramírez expuso los ambiciosos planes de la institución, destacando su compromiso de ser pionera en el sector educativo. “Aspiramos a ser la primera universidad del país orientada a la transición energética. Nuestra visión es formar líderes que impulsen un futuro energético sostenible y equitativo”, afirmó con determinación. La declaración del rector refleja la apuesta decidida de la Universidad Popular del Cesar por fortalecer su rol como agente de cambio en un contexto global que demanda respuestas urgentes al cambio climático.
Uno de los proyectos más emblemáticos de esta estrategia es el desarrollo de la nueva sede en La Jagua de Ibirico, un espacio concebido como un centro de excelencia para la investigación y la formación en energías renovables. Esta sede no solo será un referente académico, sino también un motor de transformación regional, permitiendo a la UPC proyectarse como líder en el avance hacia modelos energéticos más justos y sostenibles.
La jornada contó con la participación destacada del geógrafo, ecólogo humano, periodista y escritor sueco Andreas Malm, reconocido a nivel internacional por su trabajo en temas de crisis climática y políticas energéticas. Durante su intervención, Malm ofreció un análisis profundo sobre el impacto de la transición energética en los ecosistemas, y enfatizó la necesidad de adoptar un enfoque integral que priorice tanto la justicia social como el cuidado ambiental. Su visión aportó una perspectiva crítica y enriquecedora al debate, subrayando que cualquier avance tecnológico debe ir acompañado de cambios estructurales en la forma en que se produce y consume energía.
Con la organización de esta mesa de trabajo, la Universidad Popular del Cesar demuestra que no solo se trata de formar profesionales, sino de liderar procesos de transformación social y ambiental que repercutan positivamente en el Cesar y en toda Colombia. La articulación entre la academia, el gobierno regional y movimientos sociales como No Fracking refleja un modelo de gobernanza colaborativa que puede ser replicado en otros territorios.
La participación de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) en este espacio es también un indicador del interés institucional en construir políticas públicas más inclusivas y sustentables. La experiencia de la UPME en el diseño de escenarios energéticos a largo plazo aporta un soporte técnico fundamental para orientar los esfuerzos de la región hacia la descarbonización y la diversificación de la matriz energética.
En palabras del rector Rober Romero, la transición energética no debe entenderse únicamente como un cambio tecnológico, sino como un proceso profundo de transformación social: “Debemos garantizar que las comunidades sean protagonistas y beneficiarias del cambio. No se trata solo de cambiar fuentes de energía, sino de cambiar también las relaciones de poder y construir un futuro más equitativo”.
La estrategia de la Universidad Popular del Cesar contempla, además, el fortalecimiento de sus programas académicos, incorporando nuevas líneas de formación en energías limpias, gestión ambiental, y políticas públicas de transición energética. Con ello, la UPC busca no solo preparar profesionales técnicamente competentes, sino ciudadanos críticos capaces de liderar los procesos de transformación en sus territorios.
El contexto de creciente vulnerabilidad climática en Colombia hace aún más urgente el papel de instituciones como la Universidad Popular del Cesar, que asumen su responsabilidad histórica de formar nuevas generaciones conscientes de los límites planetarios y comprometidas con la defensa del bien común.
De esta manera, la Universidad Popular del Cesar no solo aspira a ser un referente nacional en transición energética, sino también a convertirse en un modelo educativo que inspire a otras universidades a comprometerse activamente en la lucha contra la crisis climática. Su liderazgo en la construcción de un modelo energético sostenible y justo es un ejemplo claro de cómo la educación superior puede ser motor de cambio social y ambiental en tiempos de profunda transformación.
Y.A.