Página Universitaria: Pablo Guadarrama, profesor visitante (I)

A propósito de su libro He Vivido Por y Para la Filosofía de Nuestra América. Autobiografía intelectual

Por: José Gabriel Coley

El 3 de junio de 1991, día del onomástico Nº 50 del Alma Mater y año en que se proclamó la nueva Constitución que quiso pasar a Colombia del siglo XIX al siglo XXI, comenzó a funcionar el Instituto de Filosofía Julio Enrique Blanco, en homenaje a nuestro fundador, nombrándoseme como director. Esa misma tarde – noche, como su primera tarea, se inauguraron los Conversatorios Filosóficos, con una conferencia que titulé sobre La necesidad de un programa de filosofía para la Universidad del Atlántico y el Caribe Colombiano. Un par de meses pasaron, o algo así, cuando este evento tuvo su primer ponente internacional, Pablo Guadarrama González, filósofo cubano, pero también naturalizado en este país.

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Pablo Guadarrama y José Gabriel Coley. La filosofía no envejece…

Y lo digo con conocimiento de causa, porque buena parte de su vida, sumando estadía tras estadía, el maestro Pablo la ha transcurrido en Colombia. Me lo había presentado el profesor José Ramón Llanos, aquí en Barranquilla, pero ya él estaba vinculado con cátedras en Bogotá en la Universidad INCCA desde fines de la década del 80, enlace docente que luego lo extendió a la Universidad Nacional de Colombia y a la Universidad Católica donde aún continúa, acomodando tiempos especiales y horarios, para no desprenderse de la Universidad Central de las Villas “Martha Abreu” de su natal y hermosa Santa Clara, la ciudad del Ché Guevara, a quien le dedica un capítulo en su libro.

Pero lo que quiero destacar es que, desde esa primera conferencia suya Pablo nos siguió frecuentando, no solo para replicar en los Conversatorios, que llevan ya 34 años de existencia ininterrumpida, sino impartiendo cursos participando en la Cátedra Internacional Julio Enrique Blanco que, igual que el Instituto de su mismo 2 nombre, son urgentes de reactivar, como lo vengo insistiendo en todos los escenarios posibles.

Desde que se fundó el Instituto sus actividades académicas fueron intensas en la Universidad, la Ciudad y el Departamento, contribuyendo a demandar la apertura de un programa de Filosofía que incluso ya estaba listo y con el clamor de todo el país filosófico que se había pronunciado al respecto en el XI Foro Nacional de Filosofía (Popayán 1987) y que nos valió la sede del X que celebramos aquí en Barranquilla en 1990, donde obtuvimos un rotundo Otrosi para dicho programa, que por fin fue creado por Acuerdo del Consejo Superior número 012 de 1996.

Pero el programa continuó sin abrirse por lo que invocando soberanamente la autonomía universitaria proclamada por la Constitución del 91 y sin permiso oficial del ICFES se ofreció para el segundo semestre de 1997 (21 de julio), después de diez años de espera, siendo quien les habla Decano de la Facultad de Ciencias Humanas. Pero este hecho no fue producto de una labor personal sino que estuvimos involucrados todo un colectivo filosófico en el cual Pablo Guadarrama González tiene un sitial de honor, habiendo sido una especie de comadrón intelectual, en el mejor sentido socrático, en una Universidad irónicamente fundada por un filósofo y pionero de la filosofía moderna en Colombia…

Fuente: pepecomenta.com