Petro tilda de “víbora” y “desleal” a Álvaro Leyva en duro pronunciamiento

El presidente Gustavo Petro respondió con contundencia a las recientes declaraciones del excanciller, cuestionando su lealtad y criticando su uso del término “drogadicto”, al que calificó como ignorante y estigmatizante.

En una de sus intervenciones más críticas y directas contra un antiguo aliado, el presidente Gustavo Petro se refirió al excanciller Álvaro Leyva con palabras duras y contundentes. El mandatario no solo cuestionó las recientes afirmaciones del exfuncionario, sino que también hizo un llamado a la reflexión sobre el lenguaje y las lealtades dentro del círculo político más cercano al gobierno.

El detonante del pronunciamiento fue el uso del término “drogadicto” por parte de Leyva. Petro expresó su profundo rechazo a dicha palabra, calificando su uso como un acto de ignorancia y estigmatización. “Ni siquiera son capaces de buscar en un diccionario la palabra drogadicto. Busquen en Google, como decía el maestro Fajardo”, ironizó el jefe de Estado, marcando distancia con el discurso del excanciller.

A lo largo de su intervención, el mandatario ahondó en una reflexión más amplia sobre las dependencias humanas y los tipos de adicciones. “El drogadicto es una víctima de una enfermedad. Es un esclavo de alguna sustancia, a veces de algunos actos. Hay drogadictos del sexo, del café, del alcohol, del azúcar, y se vuelven diabéticos. Hay drogadictos del dinero, y esos son los peores porque matan y hacen genocidios”, expresó Petro con vehemencia.

Las palabras del presidente no se quedaron en lo conceptual. También apuntaron directamente a la figura de Leyva, a quien describió como “una víbora que nunca deja de morder”. Esta metáfora, cargada de rencor, fue acompañada por revelaciones sobre la conducta del excanciller mientras ejercía su cargo. Petro aseguró que Leyva, siendo canciller, le sugería a diario estrategias para buscar la reelección presidencial. “Todos los días siendo canciller me indicaba el camino que tenía que utilizar para hacerme reelegir, esa es una contradicción”, dijo el presidente, subrayando la incongruencia entre el discurso y la práctica del exfuncionario.

Estas declaraciones evidencian una ruptura definitiva entre Petro y uno de los personajes más visibles y antiguos dentro del uribismo moderado que acompañó al actual gobierno en sus primeros meses. Leyva, de corte conservador, había sido una de las figuras clave en la implementación de la política exterior durante el inicio del mandato de Petro, especialmente en temas relacionados con los acuerdos de paz y el acercamiento diplomático con otros gobiernos de la región.

Sin embargo, el deterioro de su relación con el presidente se fue haciendo evidente con el paso del tiempo, especialmente tras los escándalos por presuntas irregularidades en procesos contractuales en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y su posterior salida del gabinete. Ahora, el cruce de acusaciones deja en evidencia una grieta política profunda y un distanciamiento personal irreconciliable.

Petro concluyó su intervención con una crítica general al tipo de política que, según él, está basada en intereses individuales y no en convicciones. “Pensé en Leyva para el cargo de alta dignidad al ser un conservador que se atrevió a hablar de libertad, pero resultó ser otra cosa”, sentenció, dando por terminado el vínculo político con el exministro.

Las palabras del presidente reavivan el debate sobre la lealtad dentro del gobierno, el uso responsable del lenguaje y los límites entre la crítica política y el ataque personal. Asimismo, dejan ver la fragilidad de las alianzas en el actual panorama político colombiano, donde antiguos compañeros de ruta hoy protagonizan enfrentamientos públicos cargados de recriminaciones.

Y.A.