El presidente del Congreso, Efraín Cepeda, rechazó los agravios del mandatario nacional y reafirmó su compromiso con el respeto institucional, mientras sectores políticos critican el lenguaje utilizado por el presidente Gustavo Petro.
En un nuevo episodio de tensión política en Colombia, el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, salió al paso de los insultos proferidos por el presidente Gustavo Petro, quien lo llamó «HP» tras su negativa a apoyar la consulta popular promovida por el Gobierno Nacional. La respuesta del líder del Senado, cargada de dignidad y mesura, ha sido respaldada por múltiples sectores políticos que exigen respeto y altura en el debate público.
«El presidente Petro aún no comprende la dignidad que ostenta y, como si estuviera en una riña callejera, recurre a la grosería y la bajeza. No pienso caer tan bajo, porque tengo clara la dignidad que represento. Nuestra institucionalidad merece un Honor Perenne, que es mi forma de entender el verdadero HP», declaró Cepeda, en una clara alusión a la ofensa recibida, resignificando el insulto con un mensaje de fortaleza institucional.
El origen del conflicto se dio luego de que Cepeda se opusiera públicamente a que la consulta popular, una de las apuestas centrales del Gobierno Petro, fuera aprobada en la plenaria del Congreso. El mandatario reaccionó airadamente, lanzando improperios en contra del senador, lo que provocó una ola de reacciones que evidencian el creciente malestar frente al tono confrontacional del jefe de Estado.
Uno de los primeros en salir en defensa del presidente del Congreso fue el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Raúl Salamanca, quien pidió moderación y respeto. “Ni en chiste un presidente de la República puede decirle HP al presidente del Congreso. La paz total empieza por simples cosas como el respeto entre los distintos. Tengo muchas diferencias ideológicas con @EfrainCepeda, pero jamás le he faltado al respeto ni lo haré”, expresó Salamanca, subrayando la necesidad de altura moral y política en las diferencias democráticas.
En la misma línea, la senadora Paola Holguín rechazó categóricamente las expresiones del presidente, argumentando que estas reflejan su carácter y su desprecio por las formas democráticas. “Los permanentes ataques de Petro a la institucionalidad, reflejan su talante antidemocrático; sus expresiones vulgares, evidencian su condición humana; y su uso y abuso de la palabra, su manipulación de la verdad, su desprecio al orden legal, su retórica de odio y su permanente apelación al pueblo demuestran su carácter populista”, afirmó Holguín.
Otro pronunciamiento contundente provino del senador Mauricio Gómez, quien señaló: “Me solidarizo con él, con las Cortes, con la institucionalidad y con todos los colombianos que han sido víctimas de sus constantes agresiones por pensar distinto. Presidente, serene su espíritu: usted representa al Estado y debe gobernar con respeto”.
Los hechos no pasaron desapercibidos en el espectro político. Partidos políticos, precandidatos presidenciales y líderes de opinión se han manifestado en respaldo de Cepeda, considerando que el lenguaje utilizado por Petro mina la legitimidad del cargo presidencial y deteriora el ambiente democrático. La controversia ha reabierto el debate sobre los límites del discurso político en el país y el papel que deben jugar los líderes en momentos de polarización.
Mientras tanto, Cepeda reiteró su compromiso con el debate respetuoso y la defensa de las instituciones: “No se trata solo de mí, sino de la representación que ostento. Colombia necesita que sus líderes eleven el nivel del discurso, no que lo degraden con insultos”.
Esta situación pone en evidencia una vez más la delicada relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, en medio de una agenda nacional cargada de tensiones, reformas y profundas diferencias ideológicas. El llamado generalizado es claro: que el presidente Petro y los demás actores políticos asuman sus roles con responsabilidad, promoviendo el diálogo democrático, el respeto mutuo y el fortalecimiento de las instituciones republicanas.
Y.A.