Dos trabajadores resultaron heridos tras un intento de robo mientras se desplazaban entre Riohacha y Maicao. Air-e exige garantías de seguridad y justicia.
La creciente inseguridad en las vías del departamento de La Guajira volvió a cobrar protagonismo tras el violento ataque a dos contratistas de la empresa Air-e, actualmente intervenida por el Gobierno Nacional. El hecho ocurrió en la Troncal del Caribe, una de las rutas más transitadas del norte colombiano, específicamente en el tramo que conecta los municipios de Riohacha y Maicao.
De acuerdo con las autoridades, los trabajadores fueron interceptados por tres hombres armados que intentaron despojarlos de la motocicleta en la que se transportaban. Ante la negativa de detenerse, los delincuentes dispararon en varias ocasiones, impactando a uno de ellos en el brazo. Ambos contratistas habían culminado labores técnicas en comunidades del municipio de Manaure, cuando fueron sorprendidos por el ataque.
La persona herida fue trasladada de urgencia a una clínica en Riohacha, donde actualmente recibe atención médica y apoyo psicológico. Si bien aún no se ha emitido un parte médico oficial, la empresa Air-e confirmó que el acompañamiento a sus empleados será integral, en especial ante las secuelas físicas y emocionales derivadas del hecho.
A través de un comunicado, la compañía repudió lo sucedido y expresó su solidaridad con los trabajadores afectados, además de exigir celeridad en las investigaciones que permitan capturar a los responsables.
“Estos hechos, que atentan contra la seguridad y dignidad del personal técnico de la compañía, son totalmente inaceptables”, manifestó Air-e.
La empresa también hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales, departamentales y municipales, para que se adopten medidas eficaces que garanticen el desarrollo de sus actividades en condiciones seguras. Air-e recordó que sus técnicos suelen movilizarse por zonas apartadas para garantizar la continuidad del servicio eléctrico en comunidades vulnerables del departamento.
El atentado ocurre en un contexto donde la criminalidad en las vías de La Guajira va en aumento. La Troncal del Caribe, eje vial fundamental para la economía de la región, se ha convertido en un corredor de riesgo debido a la presencia de grupos armados ilegales, bandas dedicadas al hurto de vehículos, y casos reiterados de extorsión a transportadores, contratistas y viajeros.
Este nuevo ataque pone en tela de juicio la eficacia de los dispositivos de seguridad en las carreteras del departamento y reaviva la preocupación de gremios y organizaciones sociales que han venido alertando sobre la vulnerabilidad de quienes transitan por estos corredores.
A pesar de los compromisos asumidos por las autoridades en mesas de seguridad anteriores, la respuesta institucional sigue siendo insuficiente. Mientras tanto, empresas como Air-e, que prestan servicios esenciales en zonas rurales y urbanas, ven en riesgo la integridad de sus trabajadores.
La situación también pone sobre la mesa el debate sobre la capacidad de protección del Estado en territorios periféricos y la necesidad urgente de fortalecer la articulación entre fuerzas del orden y autoridades locales. Expertos en seguridad coinciden en que los vacíos de presencia institucional en regiones como La Guajira son aprovechados por actores delincuenciales que actúan con impunidad.
El gobernador de La Guajira, al cierre de esta edición, no se ha pronunciado oficialmente sobre el ataque. Sin embargo, desde sectores ciudadanos se ha pedido su intervención directa para exigir resultados concretos y mayores inversiones en seguridad rural y vial.
Los hechos dejan un mensaje claro: transitar por las carreteras de La Guajira se ha convertido en un riesgo cotidiano, incluso para quienes, como los técnicos de Air-e, cumplen funciones de interés público.
Y.A.