Así va el ecoturismo en La Guajira

Por Lino Villanueva e Iván Alvear

En el desarrollo de la oferta de turismo del Caribe colombiano, el departamento de La Guajira es objeto de especial interés, ya que posee características que le hacen diferenciarse del resto de las regiones, posesionándose favorablemente en el contexto nacional e internacional. Es por eso que el gobierno actual ha venido definiendo en agendas a través de Procolombia y Mincit la apuesta de una oferta exportable denominada “Ruta Caribe”, constituyendo un multidestino que integra oportunidades de turismo en este territorio. Allí La Guajira ha marcado un sitial diferencial amparándose en su política pública departamental, teniendo en cuenta el turismo de naturaleza, el turismo cultural y el ya conocido turismo de playa. La Guajira abarca el 43 % del caribe colombiano, con 580 kilómetros de costa, de los cuales 300 kilómetros son playas turísticas en la Baja, la Media y la Alta Guajira.

En cuanto al turismo de naturaleza viene consolidándose con prestadores de servicios preparados dentro de los territorios, configurando productos turísticos que funcionan en el mercado, aprovechando que esta zona posee todos los pisos térmicos (hecho único en Colombia): Desde nieves perpetuas, climas fríos, climas templados, climas cálidos, y por supuesto, el famoso desierto. En la Guajira se puede disfrutar de alturas de 5.800 metros sobre el nivel del mar en la Sierra Nevada, y también cero metros sobre el nivel del mar en el gran desierto, con 6.800 kilómetros cuadrados, de los 21.800 kilómetros cuadrados de extensión de todo el departamento.

La Baja Guajira corresponde con el ejercicio de turismo en el área de la Sierra Nevada de Santa Marta, por un lado, y por el otro, la cordillera oriental de la Serranía del Perijá, constituyendo así el 60 % del territorio guajiro como tal. Por eso la oferta de ecoturismo en la Baja Guajira es bastante amplia, abarcando casi la mitad de la Sierra Nevada. En el noroccidente de la Sierra están Las Gaviotas y Palomino, que tienen incidencia sobre el Parque Natural Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, con una oferta de productos relacionados con senderismo, campismo, bici tours, paseos a caballo. Allí se aprovechan los cuerpos de agua, tanto en los ríos como en el mar. Adicionalmente a esto, se ofrece una oferta de turismo cultural (con los temas Kogui y Wiwa) contando con la participación de organizaciones nacionales e internacionales que han generado capacidades instaladas en comunidades indígenas con una gran cantidad de acciones que van conectadas con el turismo de bienestar y ligadas a una apuesta de receptividad y hospedaje de alto nivel. Además, el eje ecoturístico de Dibuya, que incluye áreas de montaña, río y mar, hace que se desarrollen localidades como Río Ancho, Río Negro, Mingueo, Las Flores y La Punta.

Un poco más al norte de la Sierra Nevada, en el eje de la línea costera, cercana a Riohacha, se encuentra el Santuario de Flora y Fauna de Los Flamencos Rosados, lugar de productos ecoturísticos relacionados con el avistamiento de aves. Allí cerca, en Camarones, se pueden observar unas 260 especies de aves que llegan en diferentes etapas del año a su bosque seco tropical.

Ya en Riohacha, Distrito Turístico y Cultural, se encuentra el Delta del río Ranchería, zona protegida por la Corporación Regional del Medio Ambiente, donde también se realizan actividades ecoturísticas conectadas a la recuperación del manglar e interacción con las comunidades Wayú. Muy cerca de Riohacha también podemos encontrar el área protegida llamada Cerro Bañadero donde se está potencializando el senderismo, avistamiento de aves y Tirolesa. Muy recientemente, en toda esta zona se viene generando otro movimiento relacionado con la Espeleología, donde grupos de investigadores y amantes de este ejercicio vienen realizando hallazgos de pictogramas y piezas en cuevas y cavernas de este territorio, sumado a la contemplación de estalactitas.

Más al sur de La Guajira, hacia los municipios de Urumita, Villanueva, La Jagua, San Juan, El Molino, Barrancas y Fonseca, que también tienen incidencia sobre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, hacia la línea de frontera entre Colombia y Venezuela, se ubica otra área protegida llamada Cerro Pintao, donde el senderismo y el avistamiento de aves se combinan con los temas culturales de la Ruta Vallenata, promoviendo el legado musical y folclórico de estos pueblos, amparados por una estrategia de promoción y comercialización de destinos llamada Red de Pueblos Musicales del departamento de La Guajira. El Cerro Pintao es un parque regional natural con unas condiciones excepcionales que facilitan la siembra y cosecha de café, cacao y arroz.

Hacia Albania y Maicao se encuentra otra zona de reserva forestal llamada Montes de Oca, donde además de senderismo y avistamiento de aves, se está desarrollando el turismo científico enfocado en sus trescientas especies de anfibios. En el Cerrejón se ha venido conformando una propuesta de recuperación de las áreas que fueron explotadas por la minería y que están siendo reforestadas para ser utilizadas en actividades ecoturísticas.

Finalmente, hay que destacar que en La Guajira las empresas privadas trabajan unidas a las entidades del estado, junto a las organizaciones internacionales para fortalecer la oferta turística del Cabo de la Vela, Bahía Portete, Bahía Honda, y especialmente, Punta Gallinas, donde se hace énfasis en la Ruta del Manglar, ya que allí se desarrolla un proceso de conservación de zonas mangláricas de 360 hectáreas. Recientemente se han realizado nuevas siembras de manglares con el apoyo de la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, la empresa el Cerrejón, Asomanglares y Solera Travels.