Roma se alista para acoger este sábado uno de los eventos más significativos en la historia reciente de la Iglesia Católica: el funeral del papa Francisco, primer pontífice reinante en fallecer en más de dos décadas. Las autoridades italianas y el Vaticano ultiman los preparativos para una jornada que se anticipa multitudinaria y de enorme repercusión internacional.
Según estimaciones del Ministerio del Interior italiano, cerca de 200.000 fieles se congregarán en la Plaza de San Pedro y sus alrededores para despedir al sumo pontífice. Para el próximo cónclave, aún sin fecha definida, se espera que la cifra ascienda a 250.000 asistentes.
El cortejo fúnebre, que cubrirá un trayecto de seis kilómetros, trasladará los restos del papa desde la Basílica de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde Francisco solicitó reposar en una tumba sencilla, reflejo de su estilo humilde y cercano.
La jornada contará con un amplio despliegue logístico y humano. La Protección Civil italiana ha movilizado 3.000 voluntarios, además de instalar 55 puntos de atención médica, 11 puestos avanzados de socorro y 52 ambulancias adicionales.
Las condiciones climáticas se anuncian favorables, con temperaturas cercanas a los 17 grados al inicio del funeral (10:00 hora local) y una máxima de 24 grados a lo largo del día.
Para facilitar el acceso a la capital italiana, la empresa estatal Ferrovie dello Stato ha puesto a disposición 260.000 asientos en trenes, mientras que se han habilitado 500 zonas de estacionamiento para autobuses en Roma y zonas cercanas.
En el plano diplomático, se confirmó la asistencia de al menos 130 delegaciones internacionales, aunque se prevé que la cifra final alcance las 170. Entre ellas, 50 estarán lideradas por jefes de Estado, primeros ministros y miembros de casas reales.
El impacto turístico también será notable: se esperan 120.000 llegadas entre el 25 y 26 de abril, lo que generará aproximadamente 320.000 pernoctaciones en hoteles y alojamientos alternativos de Roma.
La seguridad será uno de los pilares clave de esta operación. Más de 11.000 efectivos, entre militares, policías, carabineros y agentes de tránsito, serán desplegados. Además, se utilizarán cinco sistemas antidrones para reforzar la zona de exclusión aérea establecida sobre la capital.
El mundo entero mira hacia Roma mientras se prepara para despedir al papa Francisco, una figura que marcó profundamente a la Iglesia y a millones de creyentes con su mensaje de paz, justicia social y cercanía con los más necesitados.