El subintendente Yeiner Morelos fue atacado por desconocidos en motocicleta. Su hija de 6 años salió ilesa. Las autoridades de Lorica ofrecen recompensa para dar con los responsables.
Un violento atentado criminal sacudió la tranquilidad del municipio de Lorica, en el departamento de Córdoba, cuando el subintendente de la Policía, Yeiner Morelos Guzmán, fue atacado por sujetos desconocidos que se movilizaban en una motocicleta, mientras él trasladaba a su hija de 6 años al colegio.
El hecho ocurrió en cercanías del barrio Chimalito, donde el uniformado fue interceptado por los atacantes. Gravemente herido, fue trasladado de urgencia a la Clínica La Trinidad de Montería, donde permanece bajo atención médica.
Según se conoció, la menor resultó ilesa gracias a que se aferró a su padre durante el tiroteo, un acto que muchos consideran milagroso dado el nivel de violencia del ataque.
La Alcaldía de Santa Cruz de Lorica, junto con la Secretaría de Gobierno Municipal, convocó un Consejo Extraordinario de Seguridad con presencia de la Fiscalía, Policía, Gobernación de Córdoba y Personería Municipal. Como resultado, se definieron acciones inmediatas como el aumento de inteligencia e investigación, el reforzamiento del pie de fuerza y el ofrecimiento de una recompensa de hasta 40 millones de pesos por información que conduzca a los responsables del hecho.
Las autoridades no descartan que el ataque esté relacionado con la presencia de bandas criminales en la región del Bajo Sinú, cuya actividad delictiva ha venido alterando el orden público en varios municipios cordobeses.
Yeiner Morelos, reconocido por su trabajo social con comunidades, se hizo visible durante la pandemia cuando protagonizó una escena de reconciliación al bailar champeta y salsa con manifestantes en una marcha ciudadana. Actualmente, el uniformado estaba adscrito al departamento de La Guajira y se encontraba en días de descanso en Lorica junto a su familia.
El ataque ha generado conmoción en la comunidad, que exige justicia y garantías de seguridad en un territorio azotado por la violencia.
Y.A.
