Según el Panel de Precios de Emporia Consultores, el costo promedio de la canasta familiar aumentó un 2,1% anual, con incrementos notables en productos frescos como el tomate y el plátano verde.
El precio promedio de la canasta familiar en Colombia registró un incremento del 2,1% entre marzo de 2024 y marzo de 2025, según reveló el más reciente Panel de Precios elaborado por Emporia Consultores. Este estudio, basado en datos semanales de siete ciudades principales, refleja una tendencia mixta en los precios, con una clara presión sobre los alimentos frescos.
El valor nacional pasó de $142.576 a $145.607, con Pasto como la ciudad más costosa ($148.666) y Medellín como la más económica ($142.839), a pesar de que esta última lideró el aumento mensual con un 5%.
Entre los productos con mayores alzas destacan el tomate chonto (16%) y el plátano verde (21%), afectados por factores estacionales y problemas de oferta. También se reportaron aumentos significativos en el fríjol bola roja (15%), el café (11%) y el atún en agua (11%).
En contraste, la pechuga de pollo bajó su precio en un 21%, mientras que la leche presentó una leve caída del 2%, aliviando parcialmente el impacto de la inflación. La carne de centro pierna subió un 4%, mientras que el queso campesino y los huevos AA apenas variaron en un 2%, mostrando una mayor estabilidad en los productos de proteína animal.
Regionalmente, Bogotá evidenció un alza del 4%, impulsada por el aumento en la pechuga y el tomate. Cali y Pasto enfrentaron fuertes presiones sobre productos agrícolas, mientras que Villavicencio fue la única ciudad con una reducción en el costo de la canasta (-1%), gracias a las bajas en tomate y papa.
En Barranquilla, aunque aumentaron el tomate y el plátano, disminuyeron productos como la pechuga de pollo y la cebolla. La volatilidad en alimentos como tomate, papa, cebolla y plátano sugiere un impacto directo de factores climáticos y logísticos.
Por otro lado, los productos procesados como detergentes, jabones y salchichas mostraron una tendencia más estable, aunque con incrementos moderados.
El panorama de marzo refleja el reto que enfrentan los hogares colombianos para adaptar sus presupuestos frente a una inflación persistente, marcada por tensiones en el sector agrícola y una relativa calma en las proteínas animales.
Y.A.