Por: Álvaro Cotes Córdoba
Un año después de graduarse de bachillerato, Eudoro Bonilla viajó a Bogotá, para presentar el examen de admisión en la facultad de medicina de la universidad pública Nacional.
Pero en la tarde del día de la víspera, optó por conocer y de paso tomarse unas selfies, la casa presidencial y otros sitios emblemáticos de la fría capital.
Eran las 5:00 y La Nevera comenzaba a sentirse congelada, debido al acercamiento de la noche o la partida del Sol. Cuando caminaba por una acera llena de anuncios luminosos de almacenes, restaurantes, cafeterías e incluso barberías y hasta salones de belleza, le llamó la atención una valla enorme sobre un puente peatonal, construido a una altura de diez metros por encima de una avenida de cuatro carriles con un tráfico del hp.
El cartel grande exhibía una publicidad sobre una soda reconocida mundialmente en una de sus formas de presentación plástica, que hizo se acordara de un episodio que su abuelo, Arnulfo Bonilla, le había contado a la edad de los 12 años y el cual, pese a haber ocurrido una década atrás, y en una aldea africana, no dejaba de ser un motivo en él, para su preparación profesional.
Si quieren saber cuál fue ese episodio del pasado que le narró su abuelo de ascendencia africana a Eudoro Bonilla, ingresen en este link, https://alvarocotesperiodista.blogspot.com/2025/04/el-motivo-de-eudoro-para-estudiar.html?m=1, y vean el vídeo, para que también se motiven y se informen de por qué es mejor estudiar.