Consulta sin votos: Petro desenfunda la espada de Bolívar sin tener el Senado en el bolsillo

El presidente Gustavo Petro está listo para presentar hoy las preguntas de su consulta popular, una jugada que pretende respaldar su proyecto de reforma laboral —hundido en el Congreso— apelando al voto ciudadano. Lo hará con puesta en escena incluida: durante la marcha del 1 de mayo, portando la simbólica espada de Simón Bolívar.

Pero hay un detalle que no se puede pasar por alto: Petro no tiene aún los 53 votos que necesita en el Senado para que la Registraduría convoque oficialmente la consulta. Sin ese número, no hay nada. Solo narrativa política y presión pública.

Mientras los ministros Armando Benedetti (Interior) y Antonio Sanguino (Trabajo) se mueven intensamente para conseguir los apoyos necesarios, en el Congreso avanza otra estrategia: archivar la consulta con diplomacia. Senadores liberales, verdes y de La U ya han presentado proyectos de ley alternativos para reformar el Código Laboral. El gobierno los ha rechazado por considerarlos “reformas bonsái”.

Las cuentas del Sí: aún faltan fichas

Con apenas unos 25 votos fijos del Pacto Histórico y sus aliados (Comunes y la curul indígena), el gobierno necesita al menos 28 votos más. Las bancadas clave —Verde, Liberal, La U— están divididas. Mientras algunos apoyan la consulta, otros buscan evadirla impulsando sus propias reformas o directamente se oponen, alegando que es innecesaria o un “instrumento político” de Petro para movilizar a sus bases de cara a 2026.

¿Consulta o jugada política?

La oposición lo tiene claro: su estrategia no es llegar a 53 votos por el No, sino asegurarse de que el gobierno no consiga los suyos. Para eso, bastaría con que suficientes senadores se ausenten el día de la votación o se declaren indecisos. El escenario es incierto.

Reforma laboral: ¿un nuevo round legislativo?

Mientras la consulta se cocina, el Senado no se queda quieto. Hay tres nuevos proyectos de reforma laboral sobre la mesa, que retoman puntos del texto original del gobierno —jornada nocturna, recargo dominical, beneficios para practicantes— pero los reducen a una escala más manejable. Además, se analiza revivir el texto original de la reforma laboral a través de una apelación del archivo, lo que podría devolverla a discusión en otra comisión diferente a la Séptima.

Espada en mano, votos en el aire

Petro juega una carta política de alto riesgo: la consulta popular como vehículo para reposicionar su agenda y medir fuerzas. Pero con los votos en vilo, las bancadas divididas y un Congreso dispuesto a negociar por otras vías, la espada de Bolívar —esta vez— podría no ser suficiente para abrirle camino.

Con información de LaSillaVacia