La región de La Mojana vivió una Semana Santa marcada por el drama de las inundaciones. Miles de familias en los municipios de Guaranda, Majagual y San Benito Abad, en el departamento de Sucre, resultaron afectadas tras el desbordamiento del río Cauca, agravado por la ruptura no reparada en el punto crítico conocido como Cara ‘e gato.
Desde el Domingo de Ramos, el agua comenzó a invadir las zonas rurales, obligando a centenares de personas a evacuar con lo poco que pudieron rescatar. En Majagual, una de las zonas más golpeadas, se reportan más de 2.500 familias damnificadas. Los corregimientos de Sincelejito, Boca de las Mujeres y La Sierpe están entre los más perjudicados.
Las autoridades departamentales activaron el Comité de Manejo de Desastres, mientras se construyen albergues en la vereda La Cortesía para brindar refugio temporal a las familias afectadas. Asimismo, se avanza con la entrega de ayudas humanitarias y la realización de censos para determinar el alcance total de los daños.
Además de la emergencia social, el impacto económico es preocupante. Más de 20.000 cabezas de ganado han sido evacuadas y decenas de hectáreas de cultivos se han perdido, como el caso de un agricultor que vio cómo se inundaban sus nueve hectáreas de arroz, maíz y patilla.
El Comité de Ganaderos de la Mojana responsabilizó al Gobierno Nacional y a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) por no cerrar el boquete de 62 metros en Cara ‘e gato, lo que ha permitido el paso continuo de agua. También cuestionaron las obras en el canal La Esperanza, considerándolas innecesarias mientras no se atienda el problema principal.
Por su parte, la UNGRD argumenta que las obras actuales buscan mitigar el impacto y que las condiciones de riesgo se deben a intervenciones inadecuadas en años anteriores. También anunciaron el despliegue de ayuda a los municipios más afectados y aseguraron que el monitoreo se mantiene activo desde la Sala de Crisis Nacional.
Las comunidades, sin embargo, claman por una solución definitiva que les devuelva la tranquilidad perdida desde hace más de cuatro años.