En una reciente declaración, Santiago Uribe lanzó duras críticas al sistema judicial colombiano y a los procesos de paz que han marcado la historia reciente del país.
Uribe cuestionó la efectividad de las sanciones judiciales frente a casos de corrupción y crímenes de lesa humanidad, afirmando que “si te robas 800.000 millones de pesos, devuelves 2.000 millones y pagas dos años de cárcel en una casa fiscal”.

Asimismo, se refirió a los acuerdos firmados con grupos armados ilegales, señalando que “si asesinas y violas a miles de niños, firmas un papelito y te dan impunidad total y una curul en el Congreso”.
En su opinión, el país está diseñado para delinquir y nunca se debió negociar con organizaciones como el M19, las AUC, las FARC ni el ELN. “A los terroristas se les ofrece cárcel o bala”, expresó, asegurando que en Colombia “hay mucha gente tierna” frente a estos temas.

En un tono aún más polémico, Uribe planteó una drástica reforma a los medios públicos: “El próximo presidente no debe acabar con RTVC, debe despedir a cada uno de sus empleados y contratar gente de derecha”. Según él, este canal debería ser utilizado para exponer los escándalos del gobierno anterior y crear contenido que “destruya moralmente a la izquierda”. Concluyó su mensaje con una palabra contundente: “Venganza”.

Las declaraciones han generado reacciones encontradas en el ámbito político y mediático, mientras sectores defensores de la paz y los derechos humanos han condenado el tono y el contenido de su pronunciamiento, calificándolo como un llamado peligroso a la polarización y al odio político.
 
			 
		










