Sí, señores. Así como lo leen. El desespero por los constantes apagones en Santa Marta terminó en una escena digna de telenovela… pero con olor a podrido.
Una ciudadana, harta de no tener energía en su casa y ver cómo se le dañaban los alimentos, decidió protestar a su manera: entró al centro comercial Arrecife, llegó hasta las oficinas de Air-e y ¡zas! lanzó carnes descompuestas como símbolo (y aroma) del pésimo servicio que presta la empresa.
Testigos aseguran que el hedor era insoportable. “¡Esto huele como el servicio de ustedes!”, gritó la mujer antes de retirarse, dejando a empleados y usuarios entre el asco y la sorpresa.
En redes sociales, las opiniones están divididas: mientras unos aplauden su valentía y creatividad, otros dicen que se pasó, que los trabajadores no son los culpables.