Emergencia en Crespo: la joven, el bombero y el tejado que cedió

La mañana de este jueves, en el barrio Crespo, una joven visiblemente alterada, se aferraba al borde de la vida y del techo de un edificio.

Desde abajo, el murmullo de vecinos, policías y paramédicos flotaba en el aire como una súplica contenida. Pero fueron los bomberos de Cartagena quienes subieron.

El tejado, sin embargo, no soportó la tensión. En un instante tan breve como un parpadeo, se vino abajo. Ambos —la joven y el bombero— cayeron. Un grito cortó el aire. Luego, el estruendo seco del impacto.

El comandante del Cuerpo de Bomberos de Cartagena, Johny Pérez, llegó minutos después, caminando entre cables, cascos y voces tensas. Observó el tejado vencido, las manos raspadas de su compañero, y a la muchacha que, sin palabras, parecía volver poco a poco al mundo.

“Estamos para salvar vidas, incluso cuando no hay fuego”, dijo. Luego levantó la mirada, como si hablara no solo a la prensa, sino a toda la ciudad: “Si alguien siente que no puede más, que no tiene salida, por favor, llame. Pida ayuda. Aquí siempre habrá una mano dispuesta a sostenerla antes

de caer”.