La política migratoria implementada por el expresidente Donald Trump continúa generando repercusiones en el sector turístico de Estados Unidos. Según recientes informes, los turistas canadienses y europeos han reducido significativamente sus visitas al país, afectando a la industria del turismo.
El endurecimiento de las normativas migratorias bajo el mandato de Trump, que incluyó medidas como el “veto a países musulmanes” y restricciones para visitantes de ciertas nacionalidades, ha dejado una marca en las decisiones de viaje de muchos turistas. En particular, la política que pone en riesgo la estadía de los viajeros por cuestiones menores, como un tatuaje o una infracción administrativa, ha sido motivo de preocupación.
Jacobo Solano Cerchiaro, a través de su cuenta en Twitter, expresó que es comprensible el desinterés por viajar a EE.UU., dado que los turistas temen ser deportados o encarcelados por motivos triviales, incluso si su permanencia en el país es completamente legal.
La disminución en la llegada de turistas ha impactado sectores clave de la economía estadounidense, que dependen del turismo internacional, y plantea un desafío para la recuperación del sector tras la pandemia de COVID-19.