En cada esquina de Barranquilla hay una historia por descubrir, un sabor que despierta recuerdos y una brisa que parece contar secretos del río Magdalena y el Caribe. Hoy, más que nunca, la capital del Atlántico se consolida como un destino turístico líder en Colombia y el mundo. Así lo confirma su reciente reconocimiento, por tercer año consecutivo, en los prestigiosos World Travel Awards, como Destino Líder en Festivales y Eventos.
¿La razón? Un equilibrio entre tradición y modernidad, fiesta y tranquilidad, historia y futuro. Barranquilla se ha transformado en una ciudad vibrante que invita a recorrerla con todos los sentidos.
Una ciudad que se reinventa sin perder su alma
La apuesta turística de la ciudad no es casualidad. Con inversiones estratégicas como el Centro de Convenciones Puerta de Oro y el majestuoso Gran Malecón, además de una clara visión de sostenibilidad, Barranquilla se abre paso como un referente del turismo de eventos, naturaleza, cultura y gastronomía.
El alcalde Alejandro Char ha impulsado una visión clara: proyectar a Barranquilla como un destino de clase mundial. Hoy, con más de 200 hoteles y 15.000 camas disponibles, la ciudad ha alcanzado ocupaciones del 93 % durante grandes eventos, cifras que hablan de una ciudad preparada para recibir al mundo.
Semana Santa: cuatro días para dejarse sorprender
En esta Semana Santa, Barranquilla invita a locales y turistas a vivir una experiencia distinta. Una ruta turística pensada para toda la familia que conecta lo natural, lo cultural y lo urbano.
El Gran Malecón, por ejemplo, es hoy uno de los lugares más queridos por propios y visitantes. Allí, donde el río Magdalena se encuentra con la ciudad, la vida fluye con otra energía. Desde actividades al aire libre hasta gastronomía internacional y local, pasando por la imperdible Ruta del Dulce, este espacio se convierte en un plan obligado. Abierto hasta la 1:00 a.m. en los días santos, ofrece un respiro para quienes buscan compartir, reír, contemplar y saborear.
Para Martín de la Hoz, residente del barrio Chiquinquirá, venir al Malecón es un ritual familiar. “Mis hijos aman este lugar. Aquí hay vida, alegría, cosas nuevas siempre”, dice mientras observa cómo corren sus pequeños con un coco frío en la mano.
Puerto Mocho, con su playa urbana y su paisaje que abraza río, ciénaga y mar, también se ha convertido en uno de los favoritos. Llegar hasta allí es una experiencia en sí: tren turístico, senderos peatonales y ciclorrutas guían el camino hacia un destino que conjuga naturaleza, descanso y sabor local. Carpas, comida típica, deportes náuticos sin motor y atardeceres de postal completan la experiencia.
Mallorquín: un paraíso verde en el corazón de la ciudad
El Ecoparque Ciénaga de Mallorquín es la joya natural que la ciudad ha recuperado para el mundo. Sus senderos, manglares, miradores y zonas de descanso lo convierten en un paraíso para los amantes del ecoturismo. Aquí se puede practicar yoga al amanecer, observar aves, recorrer los jardines o simplemente respirar, en calma, rodeado de biodiversidad.
“Este lugar es un oasis. No solo para hacer ejercicio o caminar, sino para entender lo importante que es cuidar nuestro medioambiente”, comenta Diana Cifuentes, quien recorrió el parque por primera vez y quedó encantada.
Durante estos días santos, el Ecoparque ofrece descuentos en kayak y bicicletas acuáticas, y clases gratuitas de yoga y ejercicios hipopresivos. Un plan ideal para desconectar del ruido y reconectar con lo esencial.
Barrio Abajo: un viaje al alma de Barranquilla
Quienes buscan cultura viva no pueden dejar de visitar el Barrio Abajo, cuna del Carnaval y reflejo del alma barranquillera. Sus calles, llenas de color, música y arquitectura tradicional, son un paseo por el pasado y el presente. Aquí, el visitante puede disfrutar de la gastronomía local, conversar con los vecinos y entender por qué este barrio es patrimonio del corazón.
En su corazón se encuentra el Museo del Carnaval, que aunque estará cerrado jueves y viernes santos, abrirá el sábado para sumergirnos en el mundo de las marimondas, cumbiamberos y reinas del Carnaval.
Barranquilla está lista para ser vivida
Cultura, río, naturaleza, arquitectura, historia y sabor. Barranquilla no solo es una ciudad para visitar, es una ciudad para quedarse, para sentir y para contar. En esta Semana Santa, abre sus brazos y sus puertas a quienes estén listos para dejarse sorprender.
La Puerta de Oro está más abierta que nunca.