El temor por un posible reclutamiento forzado de parte de las disidencias de las Farc

Crece la preocupación en Suaza, Huila, por una delicada situación de orden público, ligada a presuntas disidencias de las Farc.

Una creciente preocupación se apodera del municipio de Suaza, en el sur del Huila, luego de que se conociera una delicada situación de orden público que podría estar relacionada con actividades ilegales por parte de presuntas disidencias de las Farc.

Según versiones de la comunidad, los hechos habrían ocurrido en días recientes en las veredas El Macal y San Pablo, jurisdicción del centro poblado de Gallardo, donde al parecer un grupo de hombres armados habría sostenido una reunión con varios habitantes de la zona.

Lo más alarmante es que, de acuerdo con los testimonios, algunos jóvenes habrían sido llevados hacia sectores rurales apartados, lo que generó de inmediato temor entre la población por un posible caso de reclutamiento forzado.

Autoridades ya investigan los hechos
Frente a la gravedad de la denuncia, la Gobernación del Huila en conjunto con la Fuerza Pública y organismos de inteligencia iniciaron una investigación para esclarecer lo sucedido. Por ahora, las versiones están siendo contrastadas con información en campo, pero se mantiene la alerta ante cualquier indicio que confirme la participación de grupos armados ilegales en la zona.

“No podemos permitir que nuestros jóvenes sean víctimas del reclutamiento. Esta es una práctica violatoria de los derechos humanos y de los acuerdos de paz”, aseguró un vocero de la administración departamental, quien también indicó que se reforzarán las medidas de seguridad en el área.

Una comunidad entre el miedo y la incertidumbre
Los habitantes de Gallardo y sus alrededores han manifestado su angustia. Muchos temen represalias por hablar y piden garantías para su seguridad. En zonas como estas, donde la presencia del Estado es intermitente, la llegada de grupos armados irregulares representa una amenaza directa a la tranquilidad de las comunidades campesinas.

“Nos preocupa que vuelvan esas épocas oscuras donde no se podía hablar ni moverse sin miedo. Necesitamos que el gobierno actúe rápido”, expresó un líder comunitario que pidió reserva de su identidad.

Llamado a la protección de los menores y la paz territorial
Organizaciones defensoras de derechos humanos también han puesto la lupa sobre este caso, insistiendo en que el reclutamiento de menores es una de las violaciones más graves al Derecho Internacional Humanitario, y exige respuesta inmediata del Estado colombiano.

El caso de Suaza podría convertirse en otro capítulo crítico dentro del mapa de conflictividad en el sur del país, donde las disidencias continúan desafiando la institucionalidad en medio de los intentos de paz total.

Por ahora, la comunidad espera respuestas, protección y presencia estatal real, no solo en medio de la crisis, sino como parte de una solución duradera.