En un acto que ha generado profunda preocupación entre la comunidad deportiva del Magdalena, la Asamblea Departamental, liderada por diputados de la oposición, ha votado en contra de la ordenanza que daba vida y continuidad a los programas deportivos más significativos que ha tenido el departamento en su historia reciente. Esta decisión no solo frena el desarrollo del deporte, sino que también apaga las ilusiones de miles de niños, jóvenes, entrenadores y atletas que han encontrado en estos espacios una verdadera oportunidad de transformación social y personal.

Con esta negativa, 12.500 niños y niñas han quedado por fuera de las Escuelas Populares del Deporte, una iniciativa que no solo fomenta la actividad física, sino que siembra valores, disciplina y esperanza en las nuevas generaciones. Entrenadores formados y comprometidos ya no podrán seguir dictando sus clases, y los sueños de representar al Magdalena en torneos nacionales e internacionales quedan suspendidos por una decisión carente de fundamento técnico y cargada de intereses políticos.

Pero el daño va más allá. También se ha negado la continuidad del programa “Cambia y Muévete por la Vida”, una estrategia que impactaba positivamente a más de 10.000 personas, entre mujeres, hombres, jóvenes y niños, promoviendo la salud, la prevención de enfermedades, la integración comunitaria y una vida activa. La Asamblea ha dicho “no” al deporte, a la salud pública y al bienestar colectivo.

Además, más de 10.000 ciudadanos se quedan sin la posibilidad de participar en eventos deportivos comunitarios que contribuían no solo al estado físico, sino a la convivencia, al tejido social y a la identidad del pueblo magdalenense. Todo esto ha sido detenido sin razón técnica alguna, sino por meros cálculos e intereses personales, desconectados del verdadero sentir y necesidad del pueblo.

Desde la administración departamental y las comunidades afectadas alzamos la voz para decir con fuerza:


¡Respeten la voluntad del Magdalena!


¡No desfalleceremos!


¡El cambio sigue, porque es del pueblo y para el pueblo!

Hoy, más que nunca, reafirmamos nuestro compromiso con el deporte como herramienta de transformación social. No permitiremos que decisiones políticas destruyan lo que ha costado años construir.

Llamamos a la conciencia de los ciudadanos, a los medios de comunicación, a los líderes sociales y a todos los que creen en el poder del deporte para unirse a esta causa y exigir que se restablezcan los recursos y se respete el derecho de nuestros niños y jóvenes a soñar y progresar.

Porque cuando el deporte se detiene, se detiene la esperanza. Y el Magdalena no puede –ni quiere– detenerse.