Gobierno de Dumek Turbay adjudica millonario contrato para el intercambiador vial de La Carolina

Megaproyecto del intercambiador de La Carolina // Foto: Captura de pantalla.

El único proponente habilitado fue el Consorcio ME Carolina, conformado mayoritariamente por la portuguesa Mota Engil. Aunque sobre esta firma pesa un fallo de la Contraloría General, la Alcaldía aclaró que no está inhabilitada para contratar con el Estado.

Con una inversión estimada en $100.836 millones, la Alcaldía de Cartagena, bajo el mandato de Dumek Turbay, adjudicó oficialmente el contrato para la elaboración de los diseños y posterior ejecución del intercambiador vial de La Carolina. Este proyecto es considerado una de las apuestas más ambiciosas del actual gobierno distrital para mejorar la movilidad en la ciudad.

La firma que llevará a cabo el proyecto es el Consorcio ME Carolina, conformado por Colombia ME S.A.S. (89,99%), Mota Engil Colombia S.A.S. (10%) y Mota Engil Engenharia e Construcao S.A., sucursal Colombia (0,01%). Todas estas hacen parte del grupo empresarial portugués Mota Engil, reconocido por su participación en múltiples contratos de infraestructura pública en el país.

Render del megaproyecto del intercambiador de La Carolina
Render del megaproyecto del intercambiador de La Carolina // Foto: Captura de pantalla.

Única oferta habilitada: ¿una licitación sin competencia?

En la audiencia de adjudicación celebrada el 15 de abril, según el cronograma publicado en el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop), se confirmó que la propuesta del Consorcio ME Carolina fue la única evaluada y admitida. La razón: la segunda propuesta, presentada por el Consorcio Intercambio La Carolina (conformado por Gisaico y Edyfica S.A.), fue rechazada por el comité evaluador debido a incumplimientos en los pagos de seguridad social, un requisito indispensable contemplado en los pliegos de la licitación.

Esta decisión fue cuestionada por la representante legal del consorcio rechazado, Catalina Blair, quien aseguró haber entregado los documentos que demuestran que estaban al día con esas obligaciones. “Enviamos la documentación que prueba estar al día en los pagos de seguridad social”, afirmó Blair, abriendo dudas sobre la transparencia del proceso y posibles futuras acciones legales.

RENDER INTERCAMBIADOR LA CAROLINA
Render del megaproyecto del intercambiador de La Carolina // Foto: Captura de pantalla.

Un contratista bajo la lupa de la Contraloría

El fallo de adjudicación también ha generado controversia por otro motivo: la responsabilidad fiscal declarada por la Contraloría General de la Nación contra Mota Engil, la firma líder dentro del consorcio ganador. Según el ente de control, Mota Engil hace parte de un grupo de contratistas y entidades responsables por el mal manejo de recursos destinados a obras de infraestructura educativa.

El fallo de responsabilidad fiscal, emitido el 19 de febrero, aún no está en firme, ya que la empresa interpuso recurso de reposición y apelación el 26 del mismo mes. La Alcaldía de Cartagena aclaró durante la audiencia que el contratista no está inhabilitado legalmente para contratar con el Estado mientras la sanción no esté ratificada. Además, la propia firma señaló que, si la sanción se concreta, “procederá a realizar el pago, reservándose su derecho de acudir a un proceso ante la jurisdicción contenciosa para discutir la decisión de imputación realizada por la Contraloría”.

 

Características técnicas y proyección del intercambiador

El intercambiador vial de La Carolina busca ser una solución integral para el caótico tránsito de Cartagena. Se proyecta que tenga una longitud de 670 metros, extendiéndose desde el box culvert del canal Calicanto hasta la tienda Olímpica del barrio Villa Estrella. Incluirá una glorieta, varios puentes, vías principales y de enlace, pensados para optimizar el flujo vehicular en una zona crítica de la ciudad.

El contrato contempla dos fases: una inicial, con una duración de cuatro meses para estudios y diseños; y una segunda etapa, enfocada en la ejecución de la obra, que deberá desarrollarse en 24 meses.

Obras complementarias: más que un solo intercambiador

El contrato adjudicado no solo incluye la obra principal del intercambiador, sino también cuatro vías complementarias, que serán construidas para garantizar movilidad alterna durante el desarrollo del proyecto. Estas vías conectarán los sectores de Parque Heredia-La Carolina, Fredonia-Nuevo Paraíso, Villa Rosita-El Recreo y Las Palmeras, permitiendo así que los ciudadanos puedan movilizarse con menor afectación mientras avanza la construcción.

Presencia de Mota Engil en el Caribe colombiano

La constructora portuguesa Mota Engil no es nueva en el panorama de la infraestructura del Caribe. Actualmente lidera la construcción del Malecón de Rebolo en Barranquilla, y fue también elegida por la Alcaldía de esa ciudad para canalizar el arroyo de la 85, otra obra de gran impacto urbano. Su presencia constante en la región ha generado tanto confianza como críticas por parte de sectores ciudadanos y políticos.

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El Consorcio ME Carolina, conformado por tres firmas de Mota Engil, fue el único oferente habilitado para ejecutar el proyecto del intercambiador vial de La Carolina. // Foto: Captura de pantalla.

Una adjudicación sin contrapeso y con sombras

La adjudicación del contrato para el intercambiador de La Carolina genera al menos dos cuestionamientos centrales: la ausencia de competencia real en el proceso licitatorio y la situación jurídica pendiente de Mota Engil ante la Contraloría. Si bien es legalmente válido que se adjudique a una firma que aún no está sancionada de forma definitiva, la decisión pone en evidencia los límites del sistema de contratación pública, donde los tiempos de la justicia administrativa y fiscal pueden quedar desfasados frente al cronograma de obras.

Además, el hecho de que solo un oferente haya sido habilitado —y que el otro asegure haber cumplido— podría alimentar dudas sobre la transparencia y pluralidad del proceso. En una ciudad donde los grandes contratos han estado marcados históricamente por cuestionamientos, esta situación no pasa desapercibida.

Ahora, con el contrato firmado y en camino, Cartagena espera que el megaproyecto no se quede en el rénder, sino que pase al terreno, sin sobrecostos, retrasos ni incumplimientos. La ciudadanía también estará atenta a que los entes de control actúen con la misma celeridad para evitar que las sombras administrativas opaquen lo que debería ser una solución concreta a los problemas de movilidad urbana.

Y.A.