El histórico partido de izquierda Polo Democrático Alternativo (PDA) anunció oficialmente su integración al movimiento Pacto Histórico, marcando un nuevo capítulo en la reorganización de las fuerzas progresistas del país.
La decisión fue adoptada durante el Congreso Extraordinario Nacional celebrado el pasado 12 de abril, convocado por el Comité Ejecutivo Nacional del partido mediante la Resolución 108. En dicho espacio, la militancia debatió y aprobó por mayoría la propuesta de adhesión al proyecto político que lidera el presidente Gustavo Petro.
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Con esta determinación, el Polo no solo se une al Pacto Histórico, sino que reafirma su vocación de unidad, una característica que ha definido su trayectoria desde sus orígenes. Vale recordar que el PDA nació en 2005 como resultado de la unión entre Alternativa Democrática y el Polo Democrático Independiente, consolidando desde entonces su papel como una de las principales voces de oposición y propuesta en la izquierda colombiana.
“Esta es una apuesta por fortalecer la unidad popular, por avanzar en procesos de diálogo, planeación estratégica y acción política conjunta con los movimientos sociales y fuerzas alternativas”, señala el comunicado emitido tras el congreso.
¿Qué implica esta adhesión?
La entrada del Polo al Pacto Histórico significa no solo una ampliación de la base política de este bloque, sino también un intento por articular una agenda común de transformación en un momento crucial para el país. Con la izquierda en el poder, los retos de gobernabilidad, implementación de reformas y consolidación de un proyecto progresista requieren de alianzas sólidas y cohesionadas.
El Polo, con su estructura nacional y su experiencia parlamentaria, aportará cuadros políticos, bases militantes y propuestas programáticas que enriquecerán la discusión al interior del Pacto.
Camino hacia nuevas definiciones
Esta adhesión también abre la puerta a un reacomodamiento dentro del Pacto Histórico, que de cara a futuras elecciones deberá definir mecanismos de representación, candidaturas conjuntas y hojas de ruta comunes. Para el Polo, este paso no significa la pérdida de su identidad, sino una forma de potenciarla en el marco de un proyecto más amplio de transformación social.
“La unidad no anula las diferencias, las reconoce y las articula”, expresó uno de los dirigentes asistentes al Congreso, destacando que el objetivo es fortalecer una alternativa real frente a los sectores tradicionales.