Ni la fe los protegió: delincuentes roban a asistentes de retiro espiritual en el Seminario Juan XXIII

Lo que debía ser un fin de semana de paz, reflexión y encuentro espiritual terminó convertido en un nuevo episodio de inseguridad en el departamento del Atlántico. En la mañana del domingo 13 de abril, feligreses que participaban en un retiro de Emaús en el Seminario Mayor Juan XXIII, en Salgar, fueron víctimas de un robo masivo.

Según denunciaron los organizadores, los delincuentes aprovecharon el silencio propio del retiro y la ausencia total de tecnología, para irrumpir en el parqueadero del seminario y robar una camioneta donde se habían guardado —desde el viernes— los objetos personales de los participantes.

La escena fue descubierta horas después: un vidrio destrozado, el interior del vehículo vacío y al menos 35 celulares de alta gama, relojes costosos y prendas personales desaparecidas.

Los ladrones no solo supieron exactamente a qué vehículo dirigirse, sino también el momento exacto para actuar, lo que lleva a las autoridades a sospechar que podría haber habido información interna o vigilancia previa.

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Al lugar llegaron peritos de la Sijín, quienes levantaron huellas y pistas para tratar de identificar a los responsables. La Policía Metropolitana de Barranquilla abrió una investigación formal.

Este no es el primer caso registrado en el Seminario Juan XXIII. En septiembre de 2023, una banda armada desarmó al vigilante del lugar, amordazó a varios sacerdotes que participaban en un retiro y se llevó celulares, joyas y hasta el sistema de videovigilancia.

El nuevo robo ha causado indignación entre los asistentes, quienes manifestaron sentirse «vulnerables incluso en espacios de recogimiento espiritual». “Uno viene a buscar a Dios y termina encontrándose con la violencia que azota a todo el país”, dijo uno de los afectados.

La comunidad religiosa y los líderes del retiro han pedido mayor presencia policial y una revisión urgente a los protocolos de seguridad en este tipo de eventos, especialmente en lugares donde ya hay antecedentes de hurto.

Mientras tanto, la fe sigue siendo fuerte entre los Caminantes de Emaús, pero también lo es el llamado a la justicia.