La polarización política en Medellín sumó un nuevo capítulo, esta vez con un cruce directo de acusaciones entre el exalcalde Daniel Quintero y el representante a la Cámara Daniel Carvalho, que elevó el tono del debate político hasta el punto de los insultos y señalamientos públicos de corrupción.
Todo comenzó con una publicación del presidente Gustavo Petro en la red social X, en la que criticó el proceso judicial en contra de Quintero, afirmando que “judicializan la política” y sugiriendo que el caso podría ser una retaliación. En ese contexto, el congresista Carvalho respondió con dureza: “Presidente, no defienda hampones”.
El exalcalde no tardó en replicar. En su cuenta de X, Quintero aseguró que Carvalho le habría solicitado cargos y contratos durante su paso por la administración municipal. “Lo dice el hampón que me pedía contratos y puestos en la Alcaldía”, escribió Quintero, invirtiendo el calificativo original.
Carvalho, visiblemente molesto, retó públicamente al exalcalde a demostrar sus acusaciones. “Si tiene constancia de un solo acto ilegal de mi parte, ha debido denunciarlo en su momento. Aún puede hacerlo, lo espero”, respondió el congresista, y luego lo llamó “falsete, mentiroso, impostor”, insistiendo en que “toda la ciudad sabe quién sos”.
El intercambio dejó ver el alto grado de fractura entre figuras que, en su momento, compartieron simpatías dentro del espectro progresista paisa. Hoy, representan dos caras de una disputa más amplia: la que gira en torno al legado de Quintero en Medellín, su estilo de gobierno, y el caso judicial que lo persigue por presuntas irregularidades durante su administración.
La discusión digital ocurre mientras avanza —aunque con tropiezos— el proceso judicial en contra de Quintero y otros diez exfuncionarios por el caso del lote Aguas Vivas. La audiencia de imputación fue aplazada por un juez de Medellín tras considerar que la Fiscalía no presentó con claridad los elementos de su acusación. La diligencia fue reprogramada para el 21 de abril.
El predio, de más de 146 mil metros cuadrados, había sido destinado originalmente al proyecto del Ecoparque Las Palmas. Sin embargo, su avalúo fue presuntamente manipulado de forma irregular, aumentando su valor de 2.700 millones a más de 48.000 millones de pesos, lo que habría favorecido a terceros, según sostiene la Fiscalía.
Mientras la justicia define el rumbo de este escándalo, la pelea política ya se desbordó. No solo involucra a dos figuras de la política antioqueña, sino también al propio presidente de la República, que ha tomado partido en defensa de Quintero, alimentando un clima de confrontación entre el Ejecutivo y sectores de oposición local.
Por ahora, lo que queda claro es que la disputa entre Quintero y Carvalho no es solo personal: es un reflejo de las fracturas dentro de la izquierda y los reacomodos políticos que deja el paso de Quintero por la Alcaldía de Medellín. Y el caso del lote Aguas Vivas podría terminar siendo el escenario judicial donde se midan muchas más cosas que un simple avalúo inflado.