¿Está listo el Estadio Metropolitano para soportar 20.000 sillas más? Una mirada técnica al anuncio de Alejandro Char

El reciente anuncio del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, sobre la ampliación del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez para aumentar su capacidad en 20.000 sillas más ha generado tanto entusiasmo como inquietudes. La propuesta busca posicionar al estadio entre los más grandes del continente, pero abre interrogantes técnicos serios sobre la seguridad estructural de una edificación que fue diseñada bajo parámetros muy distintos hace más de cuatro décadas.

¿Una apuesta ambiciosa sin estudios públicos?

Hasta el momento, no se han revelado estudios estructurales detallados ni planes de refuerzo que acompañen el anuncio. Y es aquí donde se encienden las alarmas: ¿Está la estructura del Metropolitano diseñada para soportar ese incremento de carga viva? ¿O estamos ante una promesa que podría comprometer la integridad de una infraestructura clave de la ciudad?

Cargas vivas: más que solo peso

Cuando se habla de añadir 20.000 sillas, lo que realmente se está diciendo es que se añadirán 20.000 personas más al estadio, lo cual representa una carga viva significativa, que incluye no solo el peso físico de los cuerpos, sino también los movimientos, vibraciones, saltos y dinámicas colectivas propias de un espectáculo masivo. El diseño original del estadio, inaugurado en 1986 con una capacidad proyectada para cerca de 45.000 personas, fue realizado bajo los estándares y códigos técnicos de la época. Desde entonces, aunque ha sido objeto de adecuaciones y remodelaciones, no hay evidencia pública de que haya sido recalculado estructuralmente para soportar un 44% más de asistentes de forma permanente.

Riesgos de fallo estructural

Si se aumenta la capacidad sin un refuerzo adecuado, el riesgo de fallo estructural no es una exageración. Las cargas adicionales pueden afectar:
  • Graderías existentes: que podrían no estar diseñadas para la nueva densidad.
  • Cimentaciones: que podrían no tener la capacidad para resistir la carga total ampliada.
  • Vías de evacuación y accesos: que podrían colapsar ante emergencias por sobreaforo.
El peso adicional no solo actúa verticalmente; también se distribuye dinámicamente, lo que podría generar fatiga en materiales, deformaciones o vibraciones resonantes en eventos masivos, especialmente si no se hace una adaptación estructural seria.

¿Qué debería hacerse primero?

Antes de hablar de ampliaciones, es indispensable:
  1. Revisar los planos estructurales originales y verificar con qué margen de seguridad se diseñó el estadio.
  2. Realizar un modelo estructural con software especializado, simulando el comportamiento con 65.000 personas en movimiento.
  3. Evaluar la cimentación, especialmente si se proyectan nuevas graderías o niveles superiores.
  4. Aplicar normas sísmicas actuales (NSR-10 en Colombia), que podrían no haber sido consideradas en la totalidad del diseño original.
  5. Incluir estudios de evacuación y seguridad humana, no solo de resistencia física de los materiales.

¿Una solución viable?

Sí, una ampliación podría ser técnicamente viable, pero solo si se acompaña de una intervención estructural seria: refuerzos con acero estructural, pilotajes adicionales, nuevos accesos, evacuaciones, y adecuación del sistema eléctrico e hidráulico. Este tipo de obras no solo requieren inversión, sino también tiempo, planificación y responsabilidad técnica. Lo contrario sería comprometer vidas en un futuro evento multitudinario.

Conclusión

El deseo de modernizar el Metropolitano y aumentar su capacidad es legítimo. Pero la seguridad estructural no puede estar al servicio de una promesa política o de una estrategia mediática sin sustento técnico. La ciudad y sus hinchas merecen un estadio más grande, sí, pero también más seguro, más moderno y más acorde con los estándares internacionales de seguridad y confort. El balón ahora está en la cancha de los ingenieros, y de las autoridades que deben garantizar que cada silla adicional no sea un peso insostenible para la historia —ni para la estructura— del Metropolitano.