Por: Elizabeth Pérez Salgado.
Como es de saberse, la relación entre el currículo y evaluación ha sido una de las temáticas mas discutidas en el ámbito educativo durante los últimos tiempos. En la tribuna “pensar la relación currículo – evaluación”, el autor reinaldo mora mora leva a cabo esta conexión desde una perspectiva critica, de manera que hace una invitación a reflexionar sobre la necesidad de entender estos dos componentes como elementos interdependientes y no como practicas aisladas dentro del proceso educativo. Su análisis, que invita a repensar las dinámicas tradicionales, abre una oportunidad a una educación que sea más inclusiva, dinámica y, sobre todo, justa.
Este autor curricular nos muestra una reflexión sobre como el currículo, como conjunto de contenidos y objetivos que guían el proceso de enseñanza, no debe ser considerado como algo rígido, sino como una herramienta flexible que debe estar en constante evolución y cambio según las necesidades de los estudiantes. De manera similar, la evaluación no puede reducirse a una simple manera de medir los conocimientos adquiridos, sino que debe ser vista como una herramienta de retroalimentación y un medio para el aprendizaje continuo. El curriculista señala que es importante superar la idea de que la evaluación debe ser solo un fin en si mismo, por el contrario, esta debe ser un medio para evaluar el proceso y poder generar a partir de esto modificaciones en el proceso de enseñanza.
Teniendo en cuenta, el modelo tradicional de currículo y evaluación, centrado en la transmisión de contenidos y la evaluación de manera cuantitativa, ha sido ampliamente cuestionado. Este modelo, al parecer es muy común en las últimas décadas, este se ha caracterizado por ser un enfoque prescriptivo que limita la creatividad de los docenes y las capacidades e los estudiantes. Aquí Reinaldo Mora Mora critica este enfoque, señalando que menudo el currículo y la evaluación están desconectados de la realidad social y cultural del alumno. Esto genera una brecha entre lo que se enseña y lo que los estudiantes realmente necesitan saber para desenvolverse ante las diferentes situaciones de su entorno.
A causa de esto, Mora Mora hace una propuesta interesante como lo es la noción del currículo como espacio flexible, que no solo debe contemplar los saberes académicos tradicionales, sino también la diversidad de contextos y las distintas formas de aprender que los estudiantes traen consigo. Debido a esto, la evaluación también debe ser entendida como un proceso que no solo mide el dominio de contenidos, sino que también evalúa el desarrollo de las competencias, habilidades y actitudes, las cuales permiten a los estudiantes relacionarse críticamente con su entorno. Esta perspectiva da paso a una evaluación formativa que se centra en el proceso de aprendizaje, la participación activa del estudiante y la mejora continua de ello.
Por lo tanto, el concepto de evaluación formativa que plantea Mora Mora permite una visión mas extensa de la educación. Puesto que, en lugar de limitarse a medir el rendimiento al final del proceso, la evaluación debe ser vista como una herramienta de diagnostico continuo. Esto significa que el docente debe ser un observador constante y un guía, no solo para evaluar lo que los estudiantes saben, sino también para identificar los obstáculos que puedan estar enfrentado en su aprendizaje. Además, este autor resalta la importancia de la retroalimentación, que debe ser constructiva y orientada para mejorar las estrategias de enseñanza y los métodos de aprendizaje.
Por otro lado, este autor, en su análisis, resalta la importancia de que la evaluación se ajuste a los objetivos del currículo. Dado que, no se trata de solo evaluar por evaluar, sino de asegurarse de que las evaluaciones realmente estén alineadas con lo que se pretende que los estudiantes puedan aprender y desarrollar. Esto plantea una critica a la practica educativa en la que, varias veces, los exámenes y las pruebas no reflejan el aprendizaje real ni las competencias adquiridas, sino simplemente miden el conocimiento memorístico y superficial.
Un claro ejemplo de ello son las pruebas saber de estado (ICFES), que por consecuencia de estas muchos estudiantes llegan a sentirse decepcionados de si mismo, al no poder lograr el puntaje esperado por estos y debido a ello también se ve la limitación que los jóvenes tienen para poder acceder a la educación superior, como son evidentes hoy en día muchos casos en Colombia. y a raíz de no poder acceder a la educación superior estos jóvenes no tienen otra salida mas que buscar trabajo al terminar el colegio, ya que, debido a esto muchos estudiantes de bajos recursos no tienen la oportunidad de asistir a una universidad. Por lo tanto, este tipo de evaluaciones no son mas que un estigma, ya que un examen no mide el nivel de inteligencia del estudiante.
Por otra parte, la propuesta de este autor en torno a la relación entre currículo y evaluación tiene un carácter profundamente transformador. El llamado a revisar y redefinir estos elementos dentro de un enfoque crítico, inclusivo y participativo pone de manifiesto la necesidad urgente de repensar los paradigmas educativos actuales. Al integrar el currículo y la evaluación de manera coherente y reflexiva, no solo se mejora la calidad del aprendizaje, sino que también se contribuye a la construcción de una educación mas equitativa, que responda a las verdaderas necesidades de los estudiantes y de la sociedad en su conjunto.
Para concluir, el análisis de este autor curricular sobre la relación entre currículo y evaluación abre un campo para reflexionar que deberías ser considerado por todos los actores del sistema educativo. La propuesta no solo ofrece un marco teórico sólido, sino que también proporciona herramientas practicas para crear un sistema educativo mas justo y efectivo, que se centre en el aprendizaje de manera real y no solo en la mera reproducción de contenidos. El currículo y la evaluación, los cuales son entendidos como procesos dinámicos e interconectados, estos tienen la capacidad para transformar la educación y de llevarla o transportarla hacia un futuro mas inclusivo y equitativo. Este es un ejercicio de lectura y escritura en procesos curriculares con estudiantes de la Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad del Atlántico (I-2025).