La angustia y el desespero de los habitantes de Barranquilla, especialmente del Suroriente, ante la ola de inseguridad, sicariato, extorsión, atracos callejeros y la vista gorda de las autoridades, hacen que las familias no aguanten más.
Este sábado, a partir de las 6 de la tarde, desde los Tres Postes de Rebolo (calle 17 con carrera 36), uno de los lugares más peligrosos del mundo, precisamente frente a un CAI de la policía), comienza una movilización por toda la vía a Soledad para protestar contra la inseguridad y la muerte violenta que asechan todos los días al Suroriente de Barranquilla, evento organizado por las Acciones Comunales, organizaciones sociales y populares y grupos de base que tienen asiento en estos sectores y otros que se suman porque la preocupación es de toda la ciudadanía de Barranquilla y su Área Metropolitana.
Ya habitantes de Soledad piden que la marcha llegue, por lo menos, hasta el puente de La Cigarra, límite entre las dos ciudades, porque allá también están afectados por los problemas del conflicto armado urbano, de bandas criminales organizadas.
En lo que va corrido de este año, solo en Rebolo, han ocurrido 17 asesinatos, resultando además 12 heridos, con apenas cuatro capturados, más la preocupación de que la mayoría de los hechos ocurren bajo la modalidad de sicariato motorizado, y los afectados son jóvenes que no superan los 25 años de edad, casi todos con antecedentes policivos. Recordemos que el año pasado la ciudad y el departamento registraron un récord nacional de muertos violentos en comparación con su población.
Rebolo es uno de los barrios más antiguos y poblados de Barranquilla, y junto con San Roque y su área de crecimiento constituyeron en épocas pasadas el Barrio Arriba, cuna del fútbol en Colombia, el carnaval, los picós y espacio territorial donde comenzó a divulgarse a nivel nacional la música salsa.
Hoy, de ese remanso de deporte, cultura y paz, solo queda la nostalgia, el abandono y la miseria, más un futuro desamparado sino se aplica un plan especial de inversión social que no sea con maquillajes y cemento.
Esta vez, como ha sucedido en otras oportunidades, la ciudadanía se va a movilizar para reclamar un único derecho, por fuera de todos los que les han vulnerado, el derecho a la vida.
Para Jairo Garrido, presidente de la Asociación de Educadores Populares “Don Bosco Hoy”, “Los pobres en Barranquilla no tienen alcalde, cemento y varilla inundan caudalosamente las calles; esto ante la mirada hambrienta y desesperada de aquel que ha sido desamparado en la miseria, muchas veces forzado a rebuscarse para alimentar a los suyos de una u otra forma. Son nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros hermanos, nuestros amigos del barrio, los que a caudales derraman su sangre en los andenes, calles, billares y terrazas”.
Y, a su vez, Robinson Zamora, presidente de la Acción Comunal del Barrio Rebolo, afirma que “Ante la indiferencia de quienes nos gobiernan, ante la indiferencia e inoperancia de nuestras autoridades locales, hemos decidido movilizarnos por la vida, por la paz, por la dignidad. Si hace 40 años marchamos en defensa de la vida por la precariedad de los servicios públicos, hoy nos están matando y no tenemos respuesta de las autoridades… Nuestra única contestación como gente buena, amantes y respetuosa de la vida es la movilización de nuestras comunidades…”